Düsseldorf, 12 mar (dpa) – Los pedidos al mayor grupo armamentístico de Alemania, Rheinmetall, treparon a niveles históricos, impulsados por los planes de rearme masivo en Europa.
“En Rheinmetall vemos un potencial de entre 300.000 y 400.000 millones de euros (327.00 y 436.000 de dólares) hasta el año 2030”, declaró el director general de la empresa, Armin Papperger, en Düsseldorf.
Para ello, Rheinmetall parte de la base de que los países europeos de la alianza militar occidental OTAN aumentarán su gasto en defensa hasta el 2,5-3,5% de su producto interior bruto (PIB) debido a la amenaza de Rusia y al anuncio de Washington de que Europa debe ocuparse de su propia defensa.
En cuanto al potencial de pedidos, Papperger afirma que sería “una suma considerable”.
En comparación con la actualidad, esto parece un eufemismo: la cartera de pedidos de Rheinmetall, que incluye la cartera de pedidos, los contratos marco y las expectativas de otras relaciones comerciales, ascendía a 55.000 millones de euros a finales de año.
Antes del comienzo de la guerra de Ucrania, era menos de la mitad (24.500 millones de euros a finales de 2021).
Papperger confirmó que la empresa podrá hacer frente a la avalancha de pedidos, pero advirtió que es necesario que el Estado tome decisiones presupuestarias con rapidez.
Según sus palabras, solo entonces podrá Rheinmetall realizar las inversiones necesarias y aumentar considerablemente su capacidad de producción. El fabricante de armas quiere aumentar su plantilla. De acuerdo con Papperger, en dos años contará con 40.000 empleados, 8.000 más que en la actualidad.
Papperger agregó que las plantas que hasta ahora solo se han utilizado para el debilitado negocio de los proveedores de automóviles se reestructurarán y se utilizarán también para la producción de armamento, como en Neuss, en el oeste del país, donde Rheinmetall tiene unos 1.500 empleados.
“Básicamente, tendríamos que despedir a gente del sector automovilístico, pero no queremos hacerlo”, aseguró y dijo que muchos empleados pasarán al sector de la defensa.
También es posible que Rheinmetall se haga con fábricas enteras de grupos automovilísticos que están bajo presión y tienen que ahorrar. Las instalaciones existentes serían de utilidad limitada para una empresa de defensa y la conversión sería cara.
“Antes de construir una nueva planta de tanques en Alemania, por supuesto que lo estudiaremos”, aclaró y dijo que hasta ahora no existe un plan definitivo. Volkswagen y Rheinmetall ya cooperan en la construcción de camiones militares.
El directivo presentó los resultados anuales de 2024, que fueron muy positivos. Según los datos, la facturación aumentó hasta los 9.800 millones de euros, lo que supuso un incremento del 36 %. Los negocios fueron más rentables, el resultado operativo se disparó un 61 % hasta alcanzar los 1.500 millones, la cifra más alta en la historia de la empresa.
Rheinmetall fabrica tanques, piezas de artillería, camiones militares, sistemas antiaéreos, drones y munición. El 80 % de la facturación del grupo proviene de bienes militares, mientras que el negocio de suministro de automóviles se está reduciendo.
Para 2025, la junta directiva de Rheinmetall espera un aumento de la facturación de entre el 25 y el 30 % y una mayor rentabilidad de las operaciones. “Ha comenzado una época de rearme en Europa que nos exigirá mucho a todos”, afirma Papperger.
La guerra de Ucrania es un impulso de crecimiento para Rheinmetall, ya que Alemania y otros países de la OTAN están haciendo muchos más pedidos que antes debido a la amenaza rusa. Además, Rheinmetall hace negocios directamente con Kiev.
El fabricante de armas alemán ha modernizado viejos tanques para que puedan ser utilizados en el frente ucraniano. “Desde 2022 hemos recibido pedidos de Ucrania por un valor de más de 6.000 millones de euros”, detalló el CEO.
La demanda de munición de artillería también es elevada. En tiempos de guerra, Ucrania necesita tres millones de proyectiles de artillería al año, y el Estado quiere comprar 1,5 millones de proyectiles al año incluso en tiempos de paz, continuó Papperger. “Ahora estamos elaborando conceptos para fijar todo esto durante diez años”.
Además de Europa, Estados Unidos desempeña un papel importante en los planes de futuro de Rheinmetall. Hasta ahora, el fabricante de armas ha estado en buena posición en la carrera por un gran contrato de 45.000 millones de dólares para 4.000 vehículos blindados de combate.
¿Sigue teniendo posibilidades el grupo alemán en vista de la política de “América primero” del presidente estadounidense Donald Trump? Por supuesto, dijo Papperger. “La respuesta que recibí en el Pentágono fue muy, muy positiva”. De todos modos, aclaró que la producción se realizaría íntegramente en Estados Unidos y los principales accionistas serían estadounidenses.
Papperger se refería a grandes accionistas como la sociedad de inversión estadounidense BlackRock, que posee un gran paquete de acciones de Rheinmetall. “En realidad, se puede decir que somos casi una empresa estadounidense, solo que tenemos raíces alemanas”, especificó Papperger.
“Y él (Trump) no puede tener nada en contra de las raíces alemanas, porque él mismo las tiene”. Si Rheinmetall se adjudicara el programa de tanques estadounidense, supondría un nuevo impulso de crecimiento que no está incluido en las previsiones actuales.
Además de Rheinmetall, otras empresas de armamento alemanas también tienen perspectivas brillantes, como el fabricante de engranajes Renk, el fabricante de misiles guiados Diehl y el fabricante de tanques KNDS.
“La industria de defensa alemana está en auge, debemos unir todas nuestras fuerzas y seguir ampliando nuestras capacidades”, se felicitó Hans Christoph Atzpodien, de la asociación industrial BDSV.
Según el dirigente del sector, este aumento de la capacidad requiere que el Gobierno alemán no solo ponga dinero a disposición, sino que también diga claramente qué armamento se necesita, cuándo y en qué cantidad. “Tiene que ser más concreto y vinculante, y lo antes posible”.