San José, 9 oct (elmundo.cr) – “Charles”, activista por los derechos humanos que huyó de China, recordó en una entrevista con AFP cómo desde 2015 “el conjunto de la sociedad civil empezó a colapsar y a fragmentarse”, bajo el gobierno de Xi Xinping.
Contó que varias organizaciones comunitarias como la que él fundó han sido desmanteladas por el régimen de China y muchos de sus colegas activistas están en la cárcel.
De acuerdo con el opositor, previo a la llegada al poder de este mandatario, él podía dedicar su tiempo a ayudar a mejorar las vidas del sector de los trabajadores.
Actualmente, a diez años de la presidencia de Xi Xinping, los activistas hablan con pesimismo sobre el futuro de la sociedad civil y las huellas de la represión.
Un empleado de una ONG declaró a AFP que “mis colegas y yo hemos experimentado frecuentemente interrogatorios de 24 horas. Nos hemos vuelto cada vez más incapaces, ya sea desde una perspectiva financiera, operativa o personal”.
Desde 2013 el Partido Comunista prohibió defender lo que describieron como valores liberales occidentales, es decir, la democracia constitucional o la libertad de prensa.
“Trataba estas ideologías como hostiles, aunque en los años 80 podíamos discutirlas y publicar libros sobre ellas”, explicó Gao Yu, periodista independiente en Pekín que fue encarcelada de 2014 a 2019 por filtrar supuestamente este documento.
La anciana de 78 años vive bajo permanente vigilancia, no recibe ingresos y no puede recibir llamadas del extranjero o reunirse con amigos.
Dos años después, en 2015, unos 320 abogados y defensores de derechos humanos también fueron detenidos en una campaña conocida como la “represión del 709“, por haber comenzado el 9 de julio.
