Brasilia, 19 ago (elmundo.cr) – Tras finalizar una visita de cuatro días a Brasil, el máximo responsable de ACNUR, Filippo Grandi, destacó la solidaridad del pueblo brasileño con los refugiados y subrayó el impacto “abrumador” de esta situación en los estados de Roraima y Amazonas.
“Los países de la región no deben quedarse solos enfrentando las consecuencias de la crisis de Venezuela, hago este llamamiento desde aquí y lo repetiré durante las próximas semanas y meses para tratar de conseguir más apoyo internacional y responder a la crisis”.
Cada día llegan unos 500 venezolanos
Según los registros de ACNUR, hay más de 180.000 refugiados y migrantes venezolanos en Brasil. A diario, llega una media de 500 personas al estado septentrional de Roraima, que está geográficamente aislado del resto del país y tiene los ingresos per cápita más bajos y pocas oportunidades económicas.
“Me dijeron que, en algunas comunidades fronterizas, el 40% de las pacientes y el 80% de las mujeres que dan a luz en los hospitales son de Venezuela. El impacto es similar en la educación, el empleo, la vivienda y los servicios sociales. Es vital que los esfuerzos de las autoridades a nivel federal, estatal y municipal, así como los de la sociedad civil, los grupos eclesiásticos y los brasileños de a pie, cuenten con el apoyo adecuado de la comunidad internacional. La población local ha liderado la respuesta a las necesidades de los refugiados y migrantes venezolanos. No se les debe dejar solos”, dijo Grandi.
Brasil ha establecido una respuesta humanitaria eficiente y coordinada
Ante las grandes necesidades humanitarias debidas a la afluencia de venezolanos, el Gobierno Federal brasileño creó una iniciativa, coordinada por las Fuerzas Armadas, según la cual, les facilita registro y documentación, así como asistencia humanitaria de emergencia que incluye alimentos y alojamiento temporal.
Posteriormente, las Fuerzas Armadas iniciaron un programa de reubicación voluntaria en coordinación con las autoridades federales y locales, ACNUR y otras organizaciones de la ONU, la sociedad civil y el sector privado. Gracias a la iniciativa se ha conseguido reubicar a más de 15.000 venezolanos desde el estado de Roraima a más de cincuenta ciudades con mayores oportunidades de integración, aligerando la presión sobre las comunidades fronterizas.
“Estoy enormemente impresionado por ambas operaciones como ejemplos de una respuesta eficiente, coordinada, humana e innovadora para atender las necesidades humanitarias y promover soluciones para los venezolanos”, dijo Grandi.
Falta considerar las necesidades sanitarias y educativas
Pese a ello destacó que todavía quedan pendientes numerosos retos debido al creciente número de llegadas. “En mis visitas, se plantearon importantes cuestiones respecto a la situación de la población indígena venezolana, las terribles condiciones de muchos venezolanos que viven fuera de los refugios oficiales y el impacto en la infraestructura y los servicios locales. El gobierno federal y local, con el apoyo de la sociedad civil y del sistema de las Naciones Unidas, deben tomar medidas urgentes para atender las necesidades sanitarias, educativas, de medios de subsistencia y otras necesidades críticas”, apuntó.
Los representantes de la Presidencia y de diversos ministerios (Relaciones Exteriores, Justicia, Ciudadanía y Defensa) reiteraron a Grandi la intención del Gobierno brasileño de fortalecer la actual respuesta operativa para recibir a los venezolanos.
Antes de viajar a Brasil, Grandi visitó Chile, donde agradeció al pueblo y al Gobierno chilenos los esfuerzos realizados para recibir y apoyar a más de 400.000 refugiados y migrantes venezolanos.
La mayoría de los más de 4 millones de refugiados y migrantes venezolanos se encuentran en países latinoamericanos. De continuar esta tendencia, a finales de 2019 podrían vivir fuera de Venezuela más de cinco millones de refugiados y migrantes.