Ginebra, 2 nov (NoticiasONU) – Terminar con la lacra del trabajo infantil para el año 2025 requerirá acciones eficaces y un fuerte liderazgo, aseguró este martes el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Durante el discurso inaugural del Foro de Soluciones Globales sobre el trabajo infantil que se celebra de forma virtual entre hoy y mañana, el director general de la Organización, QU Dongyu, destacó que en todo el mundo hay 160 millones de niños que sufren ese flagelo, una cifra que representa a uno de cada diez menores.
Según los últimos datos, la mayoría de ellos, unos 112 millones, trabajan en la producción agrícola, la ganadería, la silvicultura, la pesca y la acuicultura.
Objetivo de Desarrollo: Erradicar el trabajo infantil en 2025
Por definición, se considera trabajo infantil al que priva a los niños de su infancia, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y mental.
Es una grave violación de los derechos humanos, pero muchas familias vulnerables no cuentan con ninguna otra opción.
Aunque no toda ocupación laboral que realizan los niños se considera trabajo infantil, gran parte de él no es apropiado para su edad y puede ser peligroso o interferir en su educación, como los niños que trabajan en campos donde se han empleado plaguicidas o los que transportan cargas pesadas que dan el desarrollo de su cuerpo
Algunos de los factores clave que contribuyen al trabajo infantil en las zonas rurales son los bajos ingresos de las familias, las escasas alternativas de subsistencia, el limitado acceso a la educación, entre otros.
La eliminación del trabajo infantil para 2025 es el propósito de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Cuando sólo quedan cuatro temporadas agrícolas para alcanzar esa meta, QU Dongyu destacó que es fundamental emprender acciones eficaces y “un liderazgo fuerte y coherente de las partes interesadas del sector agroalimentario de todo el mundo para alcanzar” esa meta.
Por su parte, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia esbozó algunas de las soluciones, que pasan por proporcionar apoyo a los ingresos de las familias vulnerables, mejorar la atención sanitaria y la educación, y ampliar la protección social y de la infancia.
“Si queremos marcar la diferencia para acabar con el trabajo infantil, es aquí donde debemos centrar los esfuerzos significativos: en las zonas rurales, con las familias, donde la agricultura es una importante fuente de sustento”, subrayó Henrietta Fore.
El trabajo infantil prolonga la pobreza
La organización del Foro de Soluciones Globales corre a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en estrecha colaboración con la Organización Internacional del Trabajo, la Asociación Internacional para la Cooperación sobre el Trabajo Infantil en la Agricultura y la Alianza 8.7.
Su objetivo es promover acciones a nivel mundial e identificar y ampliar soluciones concretas para erradicar el trabajo infantil en la agricultura.
El mensaje del Papa Francisco difundido en el evento, pronunciado en su nombre por monseñor Fernando Chica Arellano, embajador y representante permanente de la Santa Sede, destacó que “proteger a los niños significa tomar medidas decisivas para apoyar a los pequeños agricultores, de modo que no se vean obligados a enviar a sus hijos al campo para aumentar sus ingresos, que, al ser tan bajos, no permiten a las familias agrícolas vulnerables mantener sus hogares con dignidad.”
Por su parte, el director general de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder, dijo que el trabajo infantil no es un hecho inevitable.
“El trabajo infantil no es una vía de escape de la pobreza, en realidad prolonga la pobreza; hace que la pobreza sea intergeneracional. Tenemos que ayudar a la gente a salir de este círculo vicioso de la pobreza y eso no es una tarea fácil”.