San José, 22 abr (elmundo.cr) – Su Santidad el 14º Dalai Lama es uno de los 101 premios Nobel de distintas disciplinas y geografías que piden a los líderes mundiales que mantengan los combustibles fósiles bajo tierra para concretar su compromiso con la acción climática.
El llamamiento se produce en vísperas de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Hoy, en el Día de la Tierra, los premios Nobel destacan que la crisis climática como el mayor problema moral de nuestro tiempo.
Además, reconocen que los gobiernos han tardado demasiado en responder a las advertencias compartidas por la ciencia y los movimientos populares, según los cuales es urgente actuar en cooperación para mantener los combustibles fósiles bajo tierra y evitar la catástrofe climática.
La Carta Abierta firmada por personas merecedoras del Premio Nobel pide para poner fin a la expansión de los combustibles:
“El Acuerdo de París no menciona ni el petróleo, ni el gas ni el carbón. Y mientras tanto, la industria de los combustibles fósiles sigue planificando nuevos proyectos que los bancos siguen financiando. Según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en 2030, se producirá un 120% más de carbón, petróleo y gas de lo que es compatible con la limitación del calentamiento a 1,5 °C”.
“Permitir la expansión continua de esta industria es inadmisible. El sistema de combustibles fósiles es global y requiere una solución global, una solución por la cual debe trabajar la Cumbre de Líderes sobre el Cambio Climático. Y el primer paso consiste en dejar los combustibles fósiles bajo tierra”.
La inacción climática encabeza el Informe de Riesgos Globales 2021 del Foro Económico Mundial como “una amenaza existencial para la humanidad”.
Los combustibles fósiles son uno de los grandes impulsores de la crisis climática y este nivel de amenaza requiere una cooperación mundial comparable a la de crisis mundiales anteriores, ya sea la proliferación de armas nucleares, el agotamiento de la capa de ozono o la amenaza de las minas antipersonal.
El estadounidense, Jody Williams, Premio Nobel de la Paz 1997 por su trabajo para prohibir las minas antipersonal indicó “cada vez más países a través del mundo declaran que el cambio climático es un problema de seguridad nacional. Pero tenemos que reemplazar ese marco de seguridad nacional -que significa armas y guerra- por uno de seguridad humana en el que la satisfacción de las necesidades básicas de las personas, incluido un medio ambiente sano, sea primordial”.
Asimismo, Williams señaló que “los efectos del cambio climático en las comunidades, las familias y los individuos son considerables; y dado que los combustibles fósiles son responsables del 80% del calentamiento, los gobiernos deben ser audaces y detener la expansión de los combustibles fósiles en nombre de la seguridad humana”.
Tzeporah Berman, presidenta de la iniciativa del Tratado de No Proliferación de los Combustibles Fósiles y directora del Programa internacional de Stand.earth, ha declarado: “En este año crítico para el clima y con la creciente presión sobre los gobiernos para que actúen rápidamente, estamos encantados de que premios Nobel como Su Santidad el Dalai Lama, Tawakkol Karman y Juan Manuel Santos se unan a este llamamiento para detener la expansión de los combustibles fósiles”
Berman comentó “ya tenemos una producción más que suficiente para asegurar la transición hacia energías renovables. Los planes de expansión son inútiles y un obstáculo para la transición. Con la atención política sobre el clima en su punto más alto desde los preparativos de París, los jefes de Estado deben aprovechar la Cumbre para poner el foco internacional en la necesidad de ponerle fin a la expansión del petróleo, el gas y el carbón”.
Con la representación de 17 grandes economías responsables del 80% de las emisiones y del PIB mundial, la Cumbre de Líderes sobre el Clima podría ser un hito decisivo para la cooperación mundial entre el Norte y el Sur en la COP26, así como el esfuerzo de Estados Unidos por volver a colocar el clima en el centro de su diplomacia. La carta de los premios Nobel expone su llamamiento a los líderes mundiales para que inicien un nuevo capítulo de cooperación internacional que permita:
- Poner fin a la nueva expansión de la producción de petróleo, gas y carbón, de acuerdo con los mejores datos científicos disponibles, tal y como señalan el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente;
- Eliminar gradualmente la producción actual de petróleo, gas y carbón, de forma justa y equitativa, teniendo en cuenta las responsabilidades de cada país en el cambio climático y su dependencia respectiva hacia los combustibles fósiles, y capacidad de transición;
- Invertir en un plan de transformación que garantice el acceso al 100% a las energías renovables en todo el mundo, que apoye a las economías dependientes para que se alejen de los combustibles fósiles y que permita a las personas y a las comunidades prosperar a través de una transición global justa.
El bangladesí, Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006 por su labor en materia de microcréditos dijo que “nos encontramos en un momento trascendental para un mundo nuevo y audaz. Aprovechemos esta oportunidad para reconfigurar una sociedad post-COVID-19 e impulsar un futuro más justo y verde. Podemos construir un mundo en el que los pobres no sigan siendo víctimas del calentamiento global. La tecnología existe, el deseo de la gente existe y el mundo espera que los jefes de Estado actúen”.
La activista liberiana, Leymah Gbowee, Premio Nobel de la Paz 2011 por su labor en favor de los derechos de las mujeres declaró “la paz es la existencia de un entorno en el que las personas prosperan y tienen cubiertas sus necesidades en el contexto de un planeta sano. En medio de nuestra crisis climática, esta paz está en riesgo y es el Sur Global -las mujeres en particular- el que sufre los peores impactos. Ahora es el momento de que los jefes de Estado de todo el mundo se unan al servicio de las personas y de nuestro planeta, y utilicen la Cumbre como plataforma de lanzamiento para un futuro mejor y más limpio”.
José Ramos-Horta, expresidente de Timor Oriental, Premio Nobel de la Paz 1996 por su trabajo sobre el conflicto interno expuso “volvamos a comprometernos como comunidad internacional, una comunidad motivada por la creencia y la convicción de que la crisis climática puede resolverse. El fracaso no es una opción. Mi nación natal, Timor Oriental, como tantas otras del Sur Global, busca el compromiso colectivo y el apoyo de la comunidad internacional para una transición justa que abandone la producción de combustibles fósiles. Estamos muy dispuestos a emprender este programa de acción tan necesario”.
Por último, la abogada iraní, Shirin Ebadi , Premio Nobel de la Paz 2003 por su labor en favor de los derechos humanos aseveró que “los derechos humanos son una norma universal. Muchos de ellos -el derecho a una buena salud, a una alimentación sana y a medios de subsistencia adecuados- se ven perjudicados por el cambio climático y hacen que los ya vulnerables lo sean aún más. Ante el cambio climático, el respeto de estos derechos es responsabilidad de todas las naciones. Se trata de una crisis global que atraviesa fronteras, océanos y culturas, y que requiere una respuesta global inmediata y una muestra de solidaridad internacional”.
La carta a los jefes de Estado fue coordinada por la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles.
Sobre la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles
La Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles está impulsando cooperación internacional para poner fin al desarrollo de nuevos combustibles fósiles, eliminar gradualmente la producción existente dentro del límite climático acordado de 1,5°C y desarrollar planes para apoyar a los trabajadores y las comunidades de los países que dependen de los combustibles fósiles en la implementación de medios subsistencia seguros y saludables. Ciudades como Vancouver y Barcelona ya respaldan el Tratado y otras lo están considerando. Cientos de organizaciones que representan a miles de personas se unen al llamamiento a los líderes mundiales para que detengan la expansión de los combustibles fósiles. Para obtener más información sobre la Iniciativa, visite el sitio web, explore nuestro Centro de campaña y vea el vídeo de presentación.