San José, 15 dic (elmundo.cr) – Los millones de colones invertidos en la ciclovía de Montes de Oca, que fue impulsada por el alcalde Marcel Soler, terminaron en la basura.
El Concejo Municipal aprobó el 15 de diciembre de 2016 el presupuesto para la realización de la ciclovía por un monto de ¢23.838.500,00 para la “Demarcación Ciclovía Distrito San Pedro y ¢27.668.940.00 para la “Demarcación Ciclovía UCR-Sabana”.
El proyecto fue adjudicado a la empresa JL Señalización y Arquitectura S.A.; pese a la mala experiencia que tuvo el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, ya que dicha empresa colocó los postes abatibles defectuosos en la Ruta Nacional 32.
La primera parte del proyecto terminó con atrasos a finales de 2017 y con problemas de calidad en la pintura utilizada, que no duró ni 4 meses y tuvieron que repintarla.
En ese entonces el Concejo Municipal aprobó por unanimidad una moción para que el alcalde explicara las razones para los atrasos en la ejecución de la ciclovía en San Pedro y para que verificara que la pintura utilizada cumplía con las especificaciones técnicas.
Para ese momento el regidor propietario Mario Ruiz, quien presentó la moción junto al regidor Andrés Guzmán Gómez, señaló que “a menos de cuatro meses de ejecutarse la demarcación la pintura de la ciclovía se está lavando y decenas de separadores físicos tubulares han sido sustraídos”.
Los carteles de licitación de la Municipalidad de Montes de Oca para estos proyectos especificaban los materiales que debían usarse en las obras.
Ambos establecían que debía usarse pintura acrílica que secara y estuviera lista para el tráfico a 2-3 minutos de haberse colocado, con temperaturas ambiente de 25 grados Celsius y formulada con dos resinas para mayor adhesión al pavimento.
La vida útil de la pintura, según las especificaciones, debía ser del 50% superior a la pintura de tráfico convencional transmitida por agua y tener resistencia al lavado y la lluvia dos horas después de haber secado completamente.
Sin embargo, las denuncias y el estado actual de la ciclovía hacen creer que la calidad de los materiales usados no fue la mejor.
El director de Planificación Urbana de la municipalidad, Gillio Francesa aseguró el año anterior que con la ciclovía lo que se buscaba era “abrir alternativas al transporte enfocado únicamente en el vehículo, para combatir este sistema tan obsoleto”, pero que para el municipio es “irrelevante” la cantidad de residentes del cantón que usan la bicicleta como medio de transporte.
“Nosotros ahora lo que estamos apostando es por construir infraestructura ciclística de calidad, que induce a una demanda por esa infraestructura, y sí sabemos que ha habido un incremento a raíz de unas intervenciones que ha hecho algunos colectivos ciudadanos como los Chepecletos, en el uso de la vía, pero lo que nos interesa a nosotros más que todo de ponernos a ver esta demanda es combatir la demanda por el vehículo, entonces en el estudio para hacer la ciclovía, el estudio de demanda nos parecía irrelevante”, afirmó Francesa en ese momento.
En la actualidad la ciclovía anunciada con bombos y platillos por el alcalde Soler, ya no existe, los postes abatibles fueron sustraídos y la pintura que la demarcaba se ha ido borrando, en algunas zonas se constató mediante un recorrido que ya no existe en absoluto dicha demarcación.
