San José, 26 jun (elmundo.cr)- “Miro con sobresalto los acontecimientos en Costa Rica. Un país ejemplar, una comunidad nacional reconocida en todo el mundo por su amor a la paz y a la civilidad, empujada a la violencia por diferencias que tradicionalmente hemos dirimido en el marco del diálogo social”, de esta forma reaccionó el expresidente Luis Guillermo Solís, tras los acontecimientos que se han dado en el país, desde ayer.
Para Solís, “ya hemos cruzado una frontera que nos adentra en un terreno demasiado conocido en la historia de América Latina. Si los partidos políticos, los medios de comunicación, los Poderes del Estado, las organizaciones sociales y laborales, la empresa privada y las iglesias no ponemos coto a la insensatez que prevalece en las redes sociales y a la incertidumbre y enojo que domina a la sociedad, nos consumiremos en una hoguera de odio fratricida e inútil”.
Aunado a esto, el exmandatario alegó que “hay que retomar el camino costarricense, el camino del diálogo con humildad, pero también con respeto a las instituciones públicas. No escuchemos a quienes llaman al caos. El desorden nunca produjo luz sino oscuridad, y en la oscuridad, no puede resplandecer la verdad.”
Ayer se dio un altercado en Casa Presidencial, donde pescadores -que se estaban manifestando- quitaron las vallas de seguridad y botaron los portones de la entidad, ya que el sector pesquero nacional le pedía al gobierno que detenga la aplicación del cobro del 13% a los productos provenientes de la pesca.
Horas después de esta situación, un objeto explosivo fue lanzado contra el edificio de la Asamblea Legislativa, generando daños parciales en la oficina de una de las diputadas.