San José, 23 nov (elmundo.cr) – En medio del debate sobre los 27.700 millones de colones anuales que se destinan a alimentación y bebidas en el plenario legislativo, la diputada oficialista Pilar Cisneros calificó el gasto como un abuso y aseguró que, en lo personal, evita hacer uso de estos servicios.
“Una barbaridad. A ver, yo quiero decir a los costarricenses mirándolos a los ojos que yo nunca consumo esos bocaditos. Creo que una o dos veces, desde que empezamos, porque me sentí un poco mal y dije: necesito comerme algo y pedí, pero nunca. ¿Por qué? Los diputados ganamos 4.000.000 de colones, perdón”, expresó la legisladora enérgicamente, al medio Trivisión.
Cisneros instó a sus colegas a asumir la responsabilidad de cubrir sus propias necesidades básicas durante las sesiones. “Entonces, cómo es posible, si uno quiere comerse algo, se trae un bocadillo, se trae una fruta o algo así y ya está. O sea, yo estoy totalmente en contra de eso”.
La diputada también criticó otros gastos del Congreso, como la inversión en suscripciones a medios impresos, la cual ha sido reducida recientemente. “Yo estoy totalmente en contra de que se gasten 12.000.000 de colones. Ya lo bajamos de 32 a 12 en los benditos periódicos. Porque si los medios de comunicación son gratis y el que quiere suscribirse a un medio como La Nación, que es el único que cobra, pues que lo pague”.
Cisneros contrastó esta situación con el manejo de los recursos en Casa Presidencial, defendiendo las prácticas en esa institución. “En Casa Presidencial sí tienen [alimentación], por una razón muy sencilla: la gran mayoría de los días don Rodrigo Chaves Robles, presidente de la República, hace sesiones de trabajo a la hora de almuerzo. No es que se sienta patas para arriba con un almuerzo así de lomito, no, nada que ver. Son sesiones de trabajo con ministros, presidentes ejecutivos o misiones internacionales, y el almuerzo es muy sencillo”.
La legisladora aseguró que el servicio en Presidencia resulta más económico al prepararse internamente, en contraste con el Congreso. “Sale mucho más barato porque se cocina ahí, que lo que hace esta Asamblea Legislativa, que es contratar un catering que cobra carísimo”.
Por su parte, la auditoría interna del Congreso dio un plazo de 10 días hábiles para que se resuelva el gasto en alimentos y bebidas en el Plenario Legislativo.
