San José, 21 jul (elmundo.cr) – El exdiputado Ronal Vargas arremetió públicamente contra su excompañero de partido, José María Villalta, luego de que este manifestara su apoyo a la precandidatura presidencial del también legislador frenteamplista Ariel Robles.
Vargas, quien fue legislador del Frente Amplio entre 2014 y 2018, reaccionó con molestia al ver cómo Villalta elogiaba ampliamente a Robles. “Así me llenaba de piropos Villalta antes de darme la puñalada por detrás con la falsa acusación de acoso”, escribió Vargas en una publicación en redes sociales. Y agregó: “En política, no hay amigos de verdad y sobran los enemigos, lobos con piel de oveja”.
Las declaraciones del exdiputado surgen tras un extenso mensaje de Villalta en el que el actual congresista y excandidato presidencial celebra la figura de Ariel Robles, a quien califica como un líder firme contra la corrupción, pero con capacidad de diálogo. “Ariel nos demuestra que es posible ser firme contra la corrupción, sin perder el respeto por las personas ni sacrificar la democracia”, afirmó Villalta.
En el mismo texto, el líder del Frente Amplio destacó que Robles “puede unir, sabe escuchar y encontrar puntos en común”, y lo contrastó con liderazgos que, según él, actúan desde la improvisación o el autoritarismo: “No nos sirve un pecho frío al que solo le corre horchata por las venas (…) pero tampoco un presidente bombeta de turno, dispuesto a prenderle fuego a la finca para esconder su incapacidad”.
La molestia de Vargas apunta a una supuesta incongruencia en las palabras de Villalta, a quien responsabiliza por un pasado episodio de denuncia por acoso del que el exdiputado se considera víctima de una “traición política”. Vargas renunció al Frente Amplio en medio de ese escándalo, el cual ha sido tema de controversia interna en el partido desde hace casi una década.
La publicación de Villalta concluyó con una abierta adhesión a la precandidatura de Robles: “Compañero Ariel, cuente conmigo en su tripulación”. Esta frase fue interpretada por varios sectores como un intento de consolidar una nueva corriente de liderazgo dentro del Frente Amplio, dejando atrás figuras históricas del partido.