San José, 7 set (elmundo.cr) – El exdiputado guanacasteco, Ronal Vargas Araya, acusado y obligado a renunciar por el Frente Amplio en el 2015, se encuentra postulando su nombre para ser candidato a diputado del Partido Justicia Social Costarricense.
La agrupación política es liderada por la también exdiputada, Carmen Quesada, que inició su proyecto político como un partido provincial en Limón y en estos montes se encuentra en un periodo de transformación a partido nacional.
Ronal Vargas fue electo diputado en el 2014, pero fue obligado a renunciar el 5 de febrero del 2015, bajo la presión del hoy diputado, José María Villalta y por la hoy presidenta del Frente Amplio, Patricia Mora, que lo custodió hasta la oficina del TSE, donde presentó la carta de dimisión a la curul legislativa.
La presión de Villalta y Mora contra Vargas se dio por un presunto caso de acoso sexual del después fue absuelto por los Tribunales de Justicia.
Renuncia al Frente Amplio
Días después de su renuncia a la curul Vargas Araya renunciaba al partido indicando que “quiero presentar mi RENUNCIA IRREVOCABLE a continuar en las filas del Partido Frente Amplio. A fin de cuentas, si no lo hago yo de esta forma, lo decidirá el Comité de Ética la próxima semana, pues para las autoridades del partido soy, como lo escribe claramente Rodolfo Ulloa hoy en un mensaje al partido, un acosador sexual”.
“Entré al Frente Amplio por mi amistad personal con José Merino, su fundador, quien seguirá siendo para siempre un inspirador de mis luchas. He visto crecer al partido y he sido actor clave para su fuerza descomunal en Guanacaste, donde electoralmente ocupamos el 2 de febrero de 2014 el segundo lugar de la votación y no precisamente por el arrastre del “fenómeno Villalta”, según lo pueden corroborar con cualquiera en la pampa”, agregaba Vargas.
El legislador continúaba, “Cumplí a cabalidad con todos los postulados del partido, defendí sus principios con valentía y honestidad hasta el final, pero un golpe bajo por una injusta acusación verbal de “acoso sexual”, que nunca llegó a ser denuncia penal, hoy me convirtió en la escoria del partido. Al diputado Gerardo Vargas y su despacho les consta que todavía era pareja de Diana Araya el día 21 de diciembre cuando lo fuimos a visitar juntos a su casa de habitación en Guápiles”.
Según denunció el ex diputado en ese momento “unos grupúsculos radicales que tienen secuestrado el espíritu del partido niegan que Diana y yo fuimos pareja, condenándome como machista, abusador y violador de los derechos humanos fundamentales. Me gustaría saber que opinarán cuando alguna ex pareja de ellos-ellas o alguna amistad cercana les acuse de acoso o abuso sexual sin que fuera verdad, ¿sostendrán sus falaces argumentos puritanos en ese caso también? Lo dudo”.
“Ahora que he sido expulsado de hecho del partido, pues me sacaron de todas las listas, grupos y espacios frenteamplistas en las Redes Sociales, me queda claro por qué mi gestión diputadil siempre fue minusvalorada e invisibilizada por el periódico Pueblo, por los programas radiales, por Prensa Legislativa del FA y por la misma dirigencia nacional y provincial: todo estaba planeado desde un principio, sólo yo estaba detrás del palo”, menciona Ronal Vargas.
“Un placer haber luchado junto a ustedes estos últimos años por una justa causa en la que sigo creyendo, pero que ya no buscaré más desde las filas del Frente Amplio. Seguiré entregado a las luchas del noble pueblo de Guanacaste desde cualquier trinchera donde me encuentre: estaré al lado de quienes estén al lado del pueblo y su dignificación. Hasta la victoria popular, compañeros y compañeras de sudores, frustraciones, esperanzas y sueños compartidos”, concluyó en ese momento el ex legislador.
Absuelto en caso de hostigamiento sexual
El 5 de febrero del 2020 el Tribunal de Apelación de Trabajo del II Circuito Judicial de San José declaró la absolutoria a favor del exdiputado Ronal Vargas de los cargos de hostigamiento sexual.
El exdiputado en aquel momento alegó que había sido obligado a renunciar a su diputación ante la coacción de José María Villalta y los entonces diputados Patricia Mora y Gerardo Vargas Varela.
Para Vargas con esta absolutoria se evidencia el complot político en su contra que utilizó esta falsa acusación de su ex pareja para obligarlo a renunciar a su legislatura.
El Tribunal indica en la sentencia:
“En suma, de la revisión integral de todos los elementos incorporados al proceso, pruebas documentales (fotografías, reproducciones de chat), y prueba testimonial, se desprende que si bien hubo comunicaciones del demandado hacia la actora de índole sexual e insinuaciones de esa naturaleza, las mismas no se producen dentro del contexto de una mera relación de trabajo donde el superior pretende obtener alguna ventaja sexual de una colaboradora quien se niega a la misma. Dichas comunicaciones se producen dentro de una relación sentimental que tuvo, como suele ser usual diversos momentos de encuentros, desencuentros y conflictos…Es criterio de este Tribunal que no se puede tener por demostrado el acoso, del modo que afirma en la teoría del caso esbozada en la demanda, por ende se debe acoger el recurso de apelación planteado por la persona física codemandada, debiéndose declarar con lugar la defensa de falta de derecho y sin lugar, en todos sus extremos, la demanda que nos ocupa… Se fijan las costas personales, en relación con las relaciones procesales trabajadas en la suma de quinientos mil colones…La actora deberá reconocer a cada uno de los demandados dicha suma…Se pondera que la actora ha hecho un ejercicio abusivo del derecho y de la administración de justicia en particular, por lo que se estima que la actora no litigó de buena fe… POR TANTO…es sin lugar, en todos sus extremos la demanda. Son las costas procesales y personales a cargo de la actora”.
Ante esto, Vargas comentó que «he visto con paciencia e indignación la actitud complaciente de la prensa a las mentiras de la actora y las injurias y calumnias que dirigentes del partido Frente Amplio proclamaron irresponsablemente y lograron que la prensa sensacionalista repitiera sin criterio y sin darme derecho de respuesta».
El exdiputado manifestó en ese momento que «he decidido no entablar un nuevo proceso judicial contra la “actora de mala fe” que se prestó al juego sucio del partido Frente Amplio, amparado por varias autoridades políticas del PAC, para ensuciar mi nombre y quitarme del camino legislativo, para que Guanacaste fuera representado por una persona no electa por el pueblo, que quiso brillar sin luz propia y pasó sin pena ni gloria por Cuesta de Moras. “No quiero venganza, exijo justicia”, para que desaparezca un partido político que se prestó para tanta infamia y todavía pretende pedir votos para perpetuar a políticos que dejaron de caminar con el pueblo para construir sus proyectos de beneficio familiar».
«Seguiré luchando al lado de mi provincia guanacasteca, tal como lo he venido haciendo los últimos treinta años. Este cáncer político ya fue vencido y voy empujado con más ganas que nunca. Me creyeron muerto, pero “hay difuntos que después de muertos, siguen mordiendo”…. Y no me queda más que agradecer a mis verdaderas amistades, al pueblo guanacasteco y a los familiares que siempre creyeron en mi palabra y mi integridad, por lo que de nuevo canto “como la cigarra” con la voz de Mercedes Sossa», concluyó sobre el tema.
