San José, 21 abr (elmundo.cr) – La cancelación inmediata de conciertos, ferias, convenciones y eventos corporativos fue una de las primeras medidas sanitarias tomadas por el Gobierno de la República ante la crisis del COVID-19.
Lo que significó una profunda afectación para las empresas del sector que reportaron la cancelación o suspensión de alrededor de 350 eventos programados para los meses de marzo y abril.
Los datos se extraen de un sondeo realizado a finales del mes de marzo entre 74 compañías costarricenses que se dedican a entretenimiento y eventos.
Dicho sondeo también revela que, alrededor de 600 empleos directos y más de 1300 empleos indirectos están en peligro a corto plazo, dada la paralización total de esta actividad económica y las pérdidas millonarias generadas por las cancelaciones y suspensiones realizadas hasta el momento.
“Si bien somos conscientes de la necesidad de las medidas sanitarias que pretenden reforzar el distanciamiento social como medida para disminuir y ralentizar el contagio, lo cierto es que desde el sector entretenimiento nos preparamos para meses muy duros, con cero ingresos”, manifestó Virgilio Azofeifa, gerente general de Productora de Radio, Sonido y Televisión S.A. y vocero de la agrupación.
La preocupación del sector se deriva de que su actividad económica fue la primera en detenerse y probablemente sea la última en reactivarse, dado que, por disposiciones gubernamentales este sector no podrá tener actividad económica sino hasta después del mes de setiembre, con la activación de eventos de pequeña escala, y una activación total hasta el mes de diciembre, lo que supone un periodo de alrededor de nueve meses de ingresos nulos.
Ante esta problemática, y con el objetivo de proteger el máximo de puestos de trabajo posibles, los empresarios del sector solicitaron al Gobierno que los colaboradores relacionados con la industria del espectáculo, entretenimiento y eventos sean incluidos como beneficiarios de los fondos de ayuda que prepara la administración pública para mitigar las consecuencias económicas producto de la crisis del COVID-19.
Otras medidas solicitadas por los empresarios incluyen readecuación de créditos e impuestos municipales, exoneración el cobro del IVA.
“Hemos contactado a las dependencias gubernamentales correspondientes para compartir los datos de afectación al sector que conocemos en este momento. Se trata de una industria que está siendo impactada de forma profunda y a nivel global; nuestro compromiso como empresarios es resguardar, en la medida de nuestras posibilidades, el sustento de miles de costarricenses que dependen de estas actividades”, comentó el vocero.
Azofeifa destacó que las cifras que recoge este sondeo, si bien representan una estimación importante en términos de puestos de empleo y aporte productivo de la actividad económica al país, no reflejan la generalidad de la afectación, dado que hay cientos de empresas que también se dedican a estas actividades y cuyas pérdidas económicas aún no se conocen en su totalidad.
Aportación económica del sector entretenimiento
En el estudio realizado entre estas 74 empresas, se extrae que, en promedio, pagaron 253 millones de colones correspondientes al impuesto al valor agregado tan solo durante los tres primeros meses de este año, así como cerca de 175 millones a la seguridad social costarricense. El sector también contrató personal independiente por otros 253 millones de colones durante ese mismo periodo.
Durante los últimos tres años, las empresas encuestadas pagaron 857 millones de colones en impuestos de la renta; estos datos evidencian que se trata de un grupo de compañías responsables, que generan valor económico y empleo decente. Hoy, debido a esta crisis sanitaria, este sector se enfrenta, como muchos, a retos complejos en términos de supervivencia empresarial y protección del empleo.
El sector también es un generador de encadenamiento productivo local, que produce ingresos a locaciones públicas y privadas, tales como estadios, salones de hotel, centros de convenciones, restaurantes y bares entre otros. Las empresas pequeñas y medianas que se desempeñan en este sector se dedican a oficios de diversa índole; desde compañías productoras de eventos, empresas de luces, sonido y video, estructuras de construcción, montajes en altura, servicios de alimentación y limpieza hasta servicios de creatividad, diseño, publicidad, impresión, construcción de stands, montaje de ferias comerciales y servicios de decoración, entre otros.