San José, 22 ago (elmundo.cr) – Brindar un producto saludable, accesible y diferenciado, es el objetivo de Caffer, la marca de embutidos de búfalo que Andrea Bolaños de 25 años creó como fruto de su necesidad de emprender.
La idea de la joven empresaria, quien es graduada de gastronomía, surgió en el 2015 de un proyecto universitario asignado en el curso de cárnicos de su segunda carrera en tecnología de alimentos.
Para cumplir con la tarea Bolaños creó chorizo de búfalo, sin embargo fue hasta unos meses después que la emprendedora decidió hacer de ese proyecto un negocio.
“Gané un premio en una feria de emprendimiento que asistí con mis compañeros, eso me sirvió de impulso para poder decidirme y darme cuenta de que tenía un buen producto y que podía sacar provecho de él, entonces elegí crear Caffer y hacer además de chorizo, tortas de carne para hamburguesas”, explicó Bolaños.
Retos de emprender en lo inusual
El principal desafío para esta emprendedora ha sido mostrar una nueva cara de los embutidos, especialmente porque son de búfalo.
A pesar de que los productos Caffer son conocidos por no tener preservantes ni rellenos, por ser bajos en grasa y poseer potenciadores de sabor naturales, Bolaños ha tenido que dar una campaña de educación no solo del contenido de los productos que ofrece, sino también sobre el búfalo.
“Las personas creen que aquí en Costa Rica no existen los búfalos y sí hay muchísimas fincas de hasta 1000 cabezas. He tenido que explicar a algunas personas que desean comprar el producto las principales características de estos animales, desde qué comen hasta cómo llegaron a Costa Rica, sobre todo que es un animal muy parecido a una res” detalló la emprendedora.
De acuerdo con Bolaños, la esencia de su marca es el búfalo y por ello son cuidadosos y responsables en toda la cadena de producción. Desde la selección de animales, el compromiso con el bienestar animal y demás factores que inciden en la calidad.
“Nosotros hacemos nuestros productos bajo normas responsables. No ofrecemos productos con propiedades cancerígenas. Los búfalos al tener un cuero muy grueso, no necesitan de fumigación, también son libres de hormonas y de antibióticos, lo que hace posible que ofrezcamos una carne muy orgánica al consumidor”, detalló Bolaños.
La empresaria también añadió que gran parte de la calidad que ofrece Caffer, se debe a la combinación que ha logrado por medio de sus conocimientos en tecnología de alimentos y gastronomía.
Retos de emprender en lo inusual
El principal desafío para esta emprendedora ha sido mostrar una nueva cara de los embutidos, especialmente porque son de búfalo.
A pesar de que los productos Caffer son conocidos por no tener preservantes ni rellenos, por ser bajos en grasa y poseer potenciadores de sabor naturales, Bolaños ha tenido que dar una campaña de educación no solo del contenido de los productos que ofrece, sino también sobre el búfalo.
“Las personas creen que aquí en Costa Rica no existen los búfalos y sí hay muchísimas fincas de hasta 1000 cabezas. He tenido que explicar a algunas personas que desean comprar el producto las principales características de estos animales, desde qué comen hasta cómo llegaron a Costa Rica, sobre todo que es un animal muy parecido a una res” detalló la emprendedora.
De acuerdo con Bolaños, la esencia de su marca es el búfalo y por ello son cuidadosos y responsables en toda la cadena de producción. Desde la selección de animales, el compromiso con el bienestar animal y demás factores que inciden en la calidad.
“Nosotros hacemos nuestros productos bajo normas responsables. No ofrecemos productos con propiedades cancerígenas. Los búfalos al tener un cuero muy grueso, no necesitan de fumigación, también son libres de hormonas y de antibióticos, lo que hace posible que ofrezcamos una carne muy orgánica al consumidor”, detalló Bolaños.
La empresaria también añadió que gran parte de que Caffer sea un buen producto se debe a la combinación que ha logrado por medio de sus conocimientos en tecnología de alimentos y gastronomía.
Obstáculos reales e imaginarios
De acuerdo con la joven empresaria, siempre supo que el camino no iba a ser fácil, sin embargo, tampoco imaginó que para crear un negocio propio y posicionar una marca tendría que superar obstáculos difíciles.
“Caffer ha tenido un crecimiento lento por varios factores, uno de ellos es porque yo empecé con mis ahorros de estudiante. Guardaba la mesada para después poder invertirlo en la carne y todos los ingredientes que llevan los productos”, indicó la emprendedora.
Sus expectativas siempre fueron positivas, creía que el ritmo de crecimiento sería rápido y que las dificultades económicas y gubernamentales serían menos.
“Yo esperaba cumplir mis metas en el orden en que las tenía posicionadas, pero ha sido complicado y eso es lo más chocante del proceso, el no estar ahorita donde yo planeé estarlo. Pero algo que sí cumplió mis expectativas es que tengo un buen producto y una marca que la gente ya conoce, que identifica y que busca”, afirmó Bolaños.
Para la empresaria, muchas de las barreras que enfrentan los emprendedores son mentales y son comunes especialmente en las personas jóvenes, que creen que por empezar un negocio a una edad temprana no funcionará.
Asimismo, considera que las trabas gubernamentales debilitan la voluntad de un emprendedor. Ir de oficina en oficina con procesos muy burocráticos es cansado, pero no imposible según Bolaños.
“La organización es algo que también afecta a un emprendedor, en mi caso me ha costado mucho. No todos los días se tiene motivación, cuando se tiene uno se quiere comer el mundo, pero cuando no, es muy complicado. Hay que aprender a desarrollar nuestra disciplina, en cuanto a horarios de trabajo y metas; tomarse en serio el negocio”, detalló la joven.
El apoyo en el proceso de crecimiento de una pequeña empresa es un factor importante de acuerdo con Bolaños. Ella un año después de fundar Caffer entró a la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE), donde encontró acompañamiento, asesoría y apoyo económico.
“Nos ofrecen espacios de trabajo, un coworking y conexiones con muchísimas empresas e instituciones. Nos llevan a conferencias, charlas, exposiciones y también hacen eventos. Esta oportunidad realmente ha permitido el crecimiento de Caffer de una manera más segura”, aseguró Bolaños.
Una visión que no descansa
Caffer se puede encontrar en El Mercadito de la Esquina en Heredia y en Green World Center en Santa Teresa de Puntarenas. También ofrecen sus productos en ferias orgánicas y trabajan por pedidos y entregas a domicilio.
Para octubre se estima la apertura de un local en Alajuela, donde las personas podrán adquirir el producto empacado, o bien, disfrutar de un platillo elaborado con carne de búfalo.
“Queremos entrar a cadenas de supermercados y ampliar nuestra línea de productos, por el momento ofrecemos chorizo y tortas parrilleras para hamburguesas grandes y pequeñas, pero tenemos planeado ampliar nuestra línea y producir distintos cortes, carne seca y salchichas”, indicó Bolaños.
La empresaria asegura que un emprendedor siempre está pensando en el negocio, en la situación actual y en nuevos proyectos y aunque es un trabajo exhausto y lleno de sacrificios, está segura de que no cambiaría por nada la satisfacción de poder hacer lo que le apasiona.
REPORTAJE
Periodista: Marianela Sanabria Leandro msanabria@elmundo.cr
Fotografías: Sofía Chacón schacon@elmundo.cr
*EmprendeCR es un proyecto de El Mundo para promover y divulgar esfuerzos de emprendedurismo. Si tenés una pequeña empresa de este tipo podés contarnos tu historia, escribiéndonos a redacción@elmundo.cr