Heredia, 30 nov (elmundo.cr) – En el corazón del mercado municipal de Heredia, Rubidia Picado Arauz lidera con éxito la agencia “Pollo y Más”, un negocio que no solo provee alimentos frescos y de calidad a la población, sino que también contribuye al bienestar de su comunidad.
A través del programa Prosperando con Nuestros Clientes de Cargill, que ejecuta FUNDES, Rubidia ha logrado fortalecer sus habilidades empresariales y expandir las posibilidades de su negocio, convirtiéndose en un pilar para la seguridad alimentaria local.
“Al unirme a este programa de Cargill y FUNDES descubrí que siempre hay espacio para aprender y crecer. A pesar de mi experiencia previa, las capacitaciones me ayudaron a desarrollar un enfoque más estratégico en mi trabajo, mejorando tanto la gestión de mi negocio como la experiencia que brindo a mis clientes”, expresó Rubidia, destacando el impacto positivo que han tenido los tutores y compañeros en su proceso de aprendizaje.
El programa le permitió adquirir conocimientos prácticos sobre manejo de clientes, herramientas digitales como WhatsApp Business, y gestión financiera. Estas competencias han sido esenciales para optimizar las operaciones de su negocio, mejorar el servicio al cliente y garantizar estándares de calidad elevados.
“Para mí, calidad significa más que un producto fresco. Es cuidar cada detalle: desde la limpieza y el orden hasta la presentación, para que cada cliente se sienta satisfecho y confiado al elegirnos”, explicó Rubidia. Próximamente, su negocio ampliará su oferta con la venta de carnes, una iniciativa que fortalecerá su competitividad, atraerá nuevos clientes y diversificará la alimentación disponible en la comunidad.
Cargill reafirma su compromiso con las mujeres emprendedoras en Costa Rica
Cargill celebra los logros de mujeres como Rubidia, quienes demuestran cómo el emprendimiento femenino impulsa el desarrollo económico y social. Programas como Prosperando con Nuestros Clientes están diseñados para fomentar la autonomía económica y la profesionalización de pequeños negocios, asegurando que las comunidades cuenten con alimentos de calidad en un entorno sostenible.
“Al invertir en las capacidades de las mujeres emprendedoras, contribuimos al bienestar de sus familias y a la seguridad alimentaria en las comunidades donde operamos. Este enfoque refuerza cadenas de suministro más resilientes y promueve prácticas responsables”, explicó Liliana Barahona, gerente de Responsabilidad Corporativa de Cargill.
Historias como la de Rubidia reflejan el poder del conocimiento aplicado. Su compromiso con el servicio al cliente y la calidad de sus productos ha fortalecido la confianza de sus clientes y marcado una diferencia en su comunidad. Cargill, a través de sus iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial, sigue apostando por mujeres líderes que construyen un futuro más próspero, uniendo esfuerzos para nutrir al mundo de manera segura y sostenible.