Washington, 28 may (elmundo.cr) – El Departamento de Comercio de los Estados Unidos publicó hoy jueves el segundo de sus tres reportes sobre la evolución del producto interior bruto (PIB) entre enero y marzo en el país, en el que revisó a la baja el primer cálculo de una tasa anual del -4,8% al -5%; esta es la primera caída trimestral registrada desde la crisis financiera de 2008.
Aunque el primer trimestre del año ya refleja parte del impacto de la crisis desencadenada por el coronavirus, los economistas apuntan al segundo trimestre como el período en el que se verá en toda su magnitud de la crisis, con una contracción estimada de la economía que podría rondar el 30 % anual.
La actividad económica en el país se ha paralizado durante casi dos meses por las medidas de confinamiento y las restricciones de movilidad para contener la expansión del virus, que ha dejado ya más de 1,6 millones de contagios confirmados y 100.000 muertos en el país.
Desde marzo en los Estados Unidos, cuando comenzó la crisis del Covid-19, uno de cada cuatro trabajadores perdió su empleo. Exactamente el 26% de toda la población activa estadounidense. El total de despidos desde que comenzó la crisis por la pandemia del coronavirus superó así los 40 millones en la primera potencia mundial, un nivel no visto desde la Gran Depresión. Más de 2 millones de personas solicitaron subsidios de desempleo solamente la semana pasada.
Los ejemplos de despidos masivos en todos los sectores de la economía se subsiguen, Boeing recortó 12,000 empleos solo en los Estados Unidos, aerolíneas como Avianca y Latam se declararon en bancarrota en los EE. UU., con el benévolo Capítulo 11, cadenas minoristas como JCPenney, Neiman Marcus y J.Crew llevaron sus libros a los tribunales.
Según un informe reciente de la Reserva Federal (Fed), el empleo sigue disminuyendo, especialmente en los sectores del comercio minorista, el turismo y hotelería. El informe también revela problemas críticos en el mercado laboral estadounidense, incluidas deficiencias en la protección de la salud y atención a la infancia.
Por otro lado, los nuevos pedidos de bienes manufacturados durables cayeron 17,2% en abril, en su segundo mes de colapso importante como efecto de la paralización de la actividad económica vinculada a las medidas de confinamiento.
El Bank of America publicó recientemente un informe en el que vaticinaba que Estados Unidos entraría en recesión en el 2020 por el impacto del Covid-19, el llamado “Coronacrash” que según las previsiones de la compañía financiera provocará la “destrucción de la riqueza” y se “perderán millones de empleos”.
Al respecto, la Fed prometió destinar 300.000 millones de dólares para “apoyar el flujo de crédito destinado a empleadores, consumidores y empresas” y se comprometió a comprar “la mayor cantidad de deuda que sea necesaria” con el objetivo de calmar a los mercados.
Durante las últimas semanas, Wall Street experimentó una notable baja en la cotización de las grandes sociedades, el índice Don Jones tuvo en el último mes la caída más profunda desde la crisis de 1929.
