San José, 18 jun (elmundo.cr) – Los empresarios industriales calificaron los resultados generales obtenidos en el 2020 con una nota de 6,4 de un máximo de 10; corresponde a la nota más baja desde el 2010, año en que la Cámara de Industrias de Costa Rica inició el estudio anual de “Perspectivas Empresariales y Valoración de Factores de Competitividad del Sector Industrial Manufacturero”.
Esa baja calificación, sin lugar a duda, se explica en una gran medida por los efectos de la pandemia por la COVID-19 y las medidas sanitarias que se aplicaron a lo largo del año pasado a fin de reducir su propagación.
No obstante, los efectos y el proceso de recuperación presentan importantes diferencias por regímenes y tamaño de empresa, y eso se evidencia en las diferencias significativas en las calificaciones de los empresarios industriales para el 2020. Las calificaciones promedio van de un 7.7 para las empresas de Zona Franca a un 5.2 para las pequeñas industrias que operan en el Régimen Definitivo (Cuadro 1).
Para el presidente de la CICR, Enrique Egloff, “los efectos de la pandemia sobre el sector industrial se manifestaron fundamentalmente en el segundo trimestre del 2020, sin embargo, actividades de Zona Franca, como la fabricación de dispositivos médicos y odontológicos, volvieron rápidamente a tasas positivas y crecientes de su actividad económica, mientras que, para las empresas del Régimen Definitivo el proceso ha sido lento y muchas actividades, particularmente de PYMES, no han recuperado el desempeño que tenían antes de la pandemia”.
En cuanto a las perspectivas sobre los resultados generales para este 2021 (Cuadro 1), los industriales consideran que sus empresas tendrán un mejor desempeño. No obstante, nuevamente se presentan diferencias significativas por régimen y tamaño de empresa.
En promedio, las empresas encuestadas consideran que el 2021 pasarán con una nota de 7.1. Las empresas de Zona Franca esperan los mejores resultados con un promedio de 8.3, mientras que las empresas pequeñas, si bien vislumbran un mejor año que el anterior, la mejora no será lo suficientemente robusta, por lo que la calificación seguirá siendo baja (de un 6.0).
En cuanto a las perspectivas del comportamiento de la producción para el 2021, el balance es positivo entre las empresas que señalan que van a aumentar la producción y las que indican que la reducirán en relación con el año anterior. Una vez más, son las empresas de Zona Franca las que presentan expectativas más positivas con un balance del 66.7%, mientras que en el Régimen Definitivo las que presentan el menor balance positivo son las empresas medianas con un 30.4%.
Sobre la contratación de personal para lo que resta del año, aunque a nivel general hay un balance positivo (alcanza un 12.3%) entre las empresas que indican que aumentarán el número de trabajadores y aquellas que van a reducirlo, dicho balance no sólo es menor al de la producción, sino que se comporta muy diferente entre regímenes y por tamaño de empresa (ver cuadro 2).
El balance neto en contratación es de más de un 50% en el caso de las empresas de Zona Franca, mientras que en el Régimen Definitivo es de apenas un 6%, con una diferencia sustancial entre las empresas grandes de este régimen, que presentan un balance positivo del 31%, mientras que las empresas medianas y pequeñas presentan un balance negativo, -13% y -2,3% respectivamente.
Finalmente, en cuanto a las perspectivas de inversión para este año, un 52% de las empresas encuestadas están ejecutando o tienen planes de realizar inversiones en maquinaria, equipo y planta. Los planes de inversión se concentran en las empresas de Zona Franca (80%) y las empresas grandes del Régimen Definitivo (78%), mientras que un 52% de las medianas y solamente un 23% de las pequeñas industrias están ejecutando o piensan ejecutar planes de inversión.
Para el presidente de los industriales los resultados del estudio evidencian la importancia de la seguridad jurídica para la inversión, el seguir fortaleciendo el Régimen de Zona Franca y la urgencia de redoblar esfuerzos para fortalecer el régimen definitivo con medidas de reactivación económica y de mejora de la competitividad.
Adicionalmente, se deben atender con seriedad y prontitud los problemas de costos y trabas a la producción y generación de empleo, como es el costo de la energía eléctrica y los combustibles, las altas cargas sociales, los interminables problemas de tramitología.
Esa línea, la Cámara de Industrias de Costa Rica ha planteado una serie de medidas como la reducción del impuesto único al Gas Licuado de Petróleo, permitir la importación de Gas Natural sin restricciones antojadizas, eliminar restricciones a la generación distribuida, simplificar los trámites por medio del uso de la declaración jurada y la aplicación del silencio positivo, sin embargo, no hay respuestas ni acciones por parte de las respectivas autoridades.
“Son urgentes las medidas para incrementar la disponibilidad de crédito a bajas tasas de interés y un efectivo fondo de avales, así como establecer estímulos a la inversión como la depreciación acelerada, particularmente para las empresas PYME del Régimen Definitivo de manera que se logren mayores tasas de crecimiento en el corto plazo, se fortalezca la capacidad de competir y se reduzca la brecha de productividad entre las empresas de Zona Franca y las del Régimen Definitivo; sobre la depreciación acelerada, hace varios meses presentamos una propuesta de Resolución al Ministerio de Hacienda, pero seguimos sin una respuesta”, agregó Egloff.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ESTUDIO
Representatividad de la muestra:
• 95% de nivel de confianza, con un 3.1% de error promedio de muestreo por estrato.
Características de la muestra:
• 114 empresas del sector industrial formal de 3 o más trabajadores.
• Empresas Encuestadas por tamaño: 39,5% Grandes (más de 100 trabajadores), 21,9% Medianas (31 a 100 trabajadores) y 38,6% Pequeñas (3 a 30 trabajadores).
86.5% empresas del Régimen Definitivo y 13.5% de Zona Franca.
• Empresas encuestadas explican el 21,1% del empleo reportado a la CCSS por el sector manufacturero privado al 31 de diciembre 2020.
Encuestas realizadas por teléfono o remitidas por correo electrónico, previo envío de la encuesta.
Trabajo de campo: se realizó entre el 22 de marzo y el 21 de mayo del 2021.
