El Deportivo Saprissa atraviesa un difícil inicio de temporada 2024, sumando una nueva eliminación, esta vez en el Torneo de Copa a manos del Santos de Guápiles. El equipo morado cayó 3-2 en penales tras un empate 1-1, lo que ha generado más dudas y descontento entre su afición. Sin embargo, las declaraciones del técnico Vladimir Quesada han encendido aún más la polémica.
En una entrevista brindada a Tigo Sports, Quesada minimizó la relevancia del torneo, afirmando: “No me voy a desdecir, no me gusta. Pienso que no es un torneo importante. Es algo al que el tico no está acostumbrado y lo podemos ver en los estadios. De alguna manera, para los equipos que competimos en otros torneos, es demasiado en la saturación. Las autoridades deciden otras cosas y hay que respetarlo”.
Estas palabras han generado malestar en una afición que espera ver a Saprissa luchar por todos los títulos. La eliminación del Torneo de Copa se suma a una cadena de derrotas en torneos recientes. El club ya había perdido la Supercopa ante Herediano y la Recopa contra Alajuelense, sumando tres títulos caídos de manera consecutiva.
El equipo tibaseño también enfrenta dificultades en el Torneo de Apertura 2024, ocupando el sexto lugar de la tabla, fuera de la zona de clasificación, lo que pone en riesgo su participación en la fase final del torneo. Esto agrava aún más la situación para Quesada, que ha tenido que lidiar con crecientes críticas sobre el rendimiento del equipo.
En el ámbito internacional, Saprissa tampoco ha brillado. Durante la fase de grupos de la Copa Centroamericana, sufrió una inesperada derrota ante el Real Estelí en Nicaragua, lo que golpeó el orgullo de un equipo acostumbrado a dominar la región. Aun así, los morados siguen en carrera y se medirán a Antigua de Guatemala a finales de septiembre, buscando reivindicar su temporada y calmar el malestar de sus seguidores.
La situación es preocupante para el Saprissa, ya que la exigente afición morada no está dispuesta a aceptar otro torneo sin éxitos, mientras que las palabras de Quesada, lejos de calmar los ánimos, han puesto más presión sobre su gestión.
