REPORTAJE
Por Ignacio Encabo (dpa)
París, 1 jun (dpa) – Se llevó la mano al corazón y empezó a lanzar besos a la grada. Rugía el estadio Philippe Chatrier y rugía él, un Jo-Wilfried Tsonga que está de regreso al primer plano del tenis.
“Siempre creí en mí en los últimos meses, que fueron difíciles”, dijo el francés el domingo tras tumbar al checo Tomas Berdych, número cuatro del mundo, en los octavos de final de Roland Garros.
Una foto suya, puño derecho en alto y raqueta en mano izquierda, abrió hoy la edición impresa de “L’Equipe”, el diario deportivo de referencia en Francia.
Tsonga sufrió una inflamación en el antebrazo durante la final de la Copa Davis ante Suiza en noviembre y no reapareció en el circuito hasta finales de marzo en el torneo de Miami. Desde entonces y hasta Roland Garros, ganó seis partidos y perdió cinco.
En París superó las tres primeras rondas sin ceder un set y en octavos tumbó a Berdych por 6-3, 6-2, 6-7 (5-7) y 6-3.
“Pasó mucho tiempo y no he conseguido jugar mi mejor tenis desde que paré, así que estoy hambriento”, dijo el actual número 15 del ranking mundial. “La confianza ha vuelto”.
“Todo lo que hice en los últimos meses me ha demostrado que cuando trabajas duro, estás positivo y confías en ti mismo, eres capaz de hacer cualquier cosa”, explicó. “En esos meses seguí trabajando para ser consistente mentalmente. La gente de mi alrededor me ayudó a no darme por vencido y siempre fui positivo”.
Con su triunfo sobre Berdych, Tsonga se convirtió en el tercer tenista francés con más victorias en Grand Slam (88). Sin embargo, nunca logró alzarse con un grande. Lo más cerca que se quedó fue en 2008, cuando alcanzó la final del Abierto de Australia con 22 años y siendo el número 38 del ranking.
El tenista de Le Mans llegó a escalar después al quinto puesto del ranking mundial y jugó otras tres semifinales de Grand Slam, dos en Wimbledon, 2011 y 2012, y la última, en 2013, en París.
“Soy un chico al que le gusta disfrutar de la vida. Me gusta”, dijo el domingo después de ser aplaudido durante varios minutos por miles de personas en la cancha Philippe Chatrier, la de más importancia de Roland Garros.
Ese estadio será seguramente el escenario mañana de su cruce de cuartos de final, en el que se medirá al japonés Kei Nishikori.
“Me estoy sintiendo bien, estoy jugando buen tenis, sólido. Cuando juego mi mejor tenis, sé que soy capaz de ganar a muchos”, advirtió Tsonga al nipón, quinto cabeza de serie.
El galo perdió cuatro de los cinco enfrentamientos con Nishikori. Todos, menos el que ganó Tsonga, se decidieron en el set definitivo.
