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Silencio, presión y WhatsApp: así fue el presunto amaño en Turrialba

Una investigación de la Oficialía de Integridad de la FCRF reveló este viernes la existencia de un intento directo, reiterado y premeditado de manipular el resultado de un partido de fútbol en la Liga de Ascenso, por parte de altos dirigentes del Turrialba FC. El documento, al que tuvo acceso este medio, detalla que tres miembros de la administración superior del club —incluyendo al presidente Rolando Pereira Calderón— ofrecieron dinero y beneficios deportivos a jugadores, con el fin de perder un encuentro contra la Asociación Deportiva Cariari Pococí, el pasado 10 de febrero de 2025.

Esto explica el documento en manos de ElMundo.CR

Dinero a cambio de perder

El informe describe cómo los dirigentes convocaron a los futbolistas a reuniones privadas en la casa club, dividiéndolos en pequeños grupos, donde se les ofreció una recompensa económica y ventajas deportivas si accedían a “arreglar” el marcador. La propuesta fue rechazada por los jugadores, pero los dirigentes insistieron incluso momentos antes del partido, acercándose a un futbolista que no había estado en las reuniones previas.

Evidencia sólida y detallada

La Oficialía de Integridad considera que la prueba es “clara y suficiente”. Se aportaron testimonios, capturas de conversaciones en WhatsApp, denuncias formales, enlaces de noticias, y las alineaciones oficiales del partido. Todo ello, según el informe, coincide en modo, tiempo y lugar, lo que fortalece la credibilidad del relato y deja en evidencia un patrón de comportamiento planificado.

La defensa del club: sin sustento

Dos días después del partido, la dirigencia del club intentó justificar los encuentros como una supuesta “prueba de integridad” para medir la ética de sus jugadores. La Oficialía desestimó esa versión, calificándola como una estrategia de encubrimiento tras el fracaso del intento de amaño y el rechazo de los futbolistas.

Responsabilidades personales y jurídicas

Además de Pereira Calderón, el informe involucra al entrenador Enrique Valencia y a Ernesto de la Torre, ambos con funciones reconocidas dentro del club. Se les señala como actores activos en las gestiones del equipo, con autoridad para tomar decisiones y ejercer influencia directa sobre los jugadores.

La Oficialía recomienda que, en caso de sanción, la FCRF notifique a la FIFA para que las consecuencias se extiendan a nivel internacional. Lo ocurrido se cataloga como una grave violación a la integridad deportiva, lo cual amerita la apertura de un proceso disciplinario formal.

¿Qué sigue?

El caso está ahora en manos de la Comisión Disciplinaria de la FCRF, que deberá determinar si procede sancionar a los involucrados de acuerdo con la normativa vigente. La posible sanción incluiría no solo a los dirigentes señalados, sino también a la persona jurídica del club, en lo que podría representar un golpe devastador para la institución turrialbeña.

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