Cuando parecía que Alajuelense saldría de Tibás con tres puntos y una sonrisa, Sabin Merino apareció en el último instante para cambiar el guion del clásico nacional. Un gol agónico del delantero español, tras un desvío en un tiro de esquina, puso el 1-1 definitivo en el marcador y dejó a Saprissa con vida en un partido vibrante y lleno de emociones.
Un clásico intenso desde el inicio
El encuentro entre Saprissa y Alajuelense cumplió con las expectativas desde el primer minuto. Los morados asumieron la iniciativa ofensiva, mientras que los manudos se replegaron con orden, apostando a las transiciones rápidas.
El gol de Anderson Canhoto, al minuto 42, parecía encaminar la victoria rojinegra. Un error de David Guzmán permitió que Canhoto aprovechara la oportunidad y venciera a Esteban Alvarado, poniendo a la Liga al frente antes del descanso.
Saprissa lo intentó hasta el final
A pesar de la desventaja, Saprissa no dejó de buscar el empate. Los dirigidos por José Giacone movieron el banquillo con la entrada de jugadores como Orlando Sinclair y Gino Vivi, pero el gol parecía esquivo.
Fue en el último suspiro del encuentro cuando el Estadio Ricardo Saprissa estalló en júbilo. Un tiro de esquina ejecutado con precisión encontró a Sabin Merino, quien desvió el balón con un toque sutil, dejando sin opciones al portero manudo Washington Ortega.
El empate y sus implicaciones
Con este resultado, Saprissa logra sumar un punto valioso, pero sigue relegado en la tabla de posiciones con 11 puntos, mientras que Alajuelense alcanza 16 unidades y continúa en la pelea por el liderato, que sigue siendo propiedad de Herediano con 17 puntos.
El empate también deja un sabor agridulce para los manudos, que estuvieron a pocos minutos de romper su mala racha en Tibás, mientras que los morados celebran el carácter mostrado para rescatar el marcador en el último suspiro.
Lo que viene
El clásico 357 deja muchas reflexiones para ambos equipos. Saprissa necesita mejorar su regularidad si quiere acortar la brecha con Herediano y Alajuelense, mientras que los manudos deberán aprender a manejar mejor los cierres de partido para evitar dejar escapar victorias que parecen seguras.
Por ahora, el empate marca un capítulo más en la rica historia de los clásicos nacionales y deja abierta la disputa por el dominio en el fútbol costarricense.