Celebrar, sonreír y disfrutar ante una victoria es algo que empieza a resultarle extraño al Deportivo Saprissa. El tetracampeón nacional atraviesa una crisis de resultados que golpea fuerte el orgullo morado y pone en entredicho a jugadores y cuerpo técnico.
En los últimos siete compromisos, Saprissa apenas consiguió un triunfo, frente a Sporting, colero del campeonato con solo cuatro puntos. El resto del balance es lapidario: cuatro derrotas (ante Puntarenas, Alajuelense, el CAI de Panamá y Cartaginés) y dos empates (Motagua y Liberia). Un registro impropio de un club que presume ser el más grande del país.
📌 El detalle más doloroso para la afición llegó en dos frentes: primero con la eliminación de la Copa Centroamericana, que lo dejará al menos un año sin competencias internacionales, y luego con la derrota en el clásico nacional en su propia casa, tras cuatro años y cuatro meses de imbatibilidad en Tibás.
El golpe más reciente se dio en Puntarenas, donde el cuadro de Vladimir Quesada fue superado con claridad 3-1, mostrando un primer tiempo que la afición describe como “de pena”.
Voces desde dentro
Tras la caída en el Lito Pérez, David Guzmán dio la cara:
“Tenemos que dar la cara, no es el mejor momento de nosotros, no es el Saprissa que queremos y estamos tristes. No estamos tan lejos, pero tampoco tan cerca de lo que queremos y debemos redoblar esfuerzos. No podemos perder por detalles nuestros”.
El mediocampista reconoció que el plantel no está en su mejor versión y pidió más trabajo colectivo:
“No es fácil para todos y tenemos que ayudarnos más y trabajar fuerte, cerrar las filas y trabajar el doble para que las cosas salgan de la mejor manera”.
Lo que viene
El siguiente reto es Guadalupe FC, equipo penúltimo de la tabla con cinco puntos y tres derrotas consecutivas. En teoría, un rival accesible. Sin embargo, el presente morado genera más dudas que certezas: su fútbol no convence, sus individualidades no pesan y la presión de la grada es cada vez más fuerte.
El tetracampeón, que hace poco parecía imbatible, hoy se ve sin clásico, sin Concacaf y con un presente que avergüenza en Tibás.