Redacción, 28 may (elmundo.cr) En el Gimnasio Municipal de Puntarenas, este sábado 27 de mayo, el “horno mágico” como le llaman los aficionados porteños, fue testigo del nuevo renglón escrito en el baloncesto nacional.
¡PFC Pelicans campeón tras ganar 65-64!
Los PFC Pelicans llegaron con ventaja de 1-0 en la serie en su casa para enfrentar al que en ese momento era el tricampeón de la Liga Superior de Baloncesto Escazú ESCOBA, que llegaba con sed de venganza en el gimnasio que ya los había visto ganar en la jornada 1 de la temporada regular.
Sin embargo, el ambiente empezó a hacer de las suyas y los visitantes se notaron imprecisos, lo cual no es normal en este equipo de Escazú; aun así, el juego nunca perdió emoción y ningún equipo logró despegarse en el marcador.
De esa manera, Puntarenas demostró que esto iba más allá del talento (que hay de sobra en Pelicans) y que todo era poner más corazón y sudar el doble para no enfrentarse a Escazú en un tercer juego, sino que levantar el título ahí, en su casa, con su gente.
Dentro del juego, no existió experiencia que superara el sentimiento de ganar un título, los jugadores jóvenes de los Pelicans (Daniel Rodríguez y Mario González) levantaron la mano e hicieron parecer que ellos tenían el mismo palmarés y experiencia que Gabriel Quesada de Escazú y capitán de la selección nacional.
En cuanto a las estadísticas, el MVP de las finales se lo lleva el estadounidense Justin Pierce tras ser el mejor jugador estadístico en ambos juegos, logrando los siguientes números en el juego 2: Puntos: 15, % Tiros libres: 100 %, Rebotes: 7 y 5 robos defensivos.
