El Santos de Guápiles atraviesa una situación crítica en el Torneo de Apertura 2024, y el reto que asume su nuevo técnico, Randall Row, es enorme. Tras la salida del panameño Julio César “Dely” Valdés, el club guapileño presentó a Row como su nuevo entrenador, quien comenzará a dirigir al equipo esta semana con un contrato que se extiende hasta mayo de 2025.
Sin embargo, el panorama que enfrenta Row es sombrío. El Santos ocupa el último lugar de la tabla de posiciones, con solo cinco puntos tras 14 fechas disputadas de las 21 que tiene el torneo. El equipo no ha logrado una sola victoria en toda la competencia, registrando 9 derrotas y 5 empates, lo que los coloca en una situación delicada, al borde de la lucha por el descenso.
Un equipo al borde del abismo
El nuevo técnico tendrá la difícil misión de revitalizar a un equipo que no encuentra el camino hacia la victoria. El bajo rendimiento de Santos en lo que va del torneo ha generado gran preocupación tanto en la directiva como en la afición, quienes esperan que la llegada de Row signifique un cambio radical en el rendimiento del equipo.
El club se encuentra en una crisis deportiva y emocional, donde los jugadores parecen haber perdido confianza en su capacidad para revertir los malos resultados. Esto pone aún más presión sobre Row, quien deberá no solo mejorar el nivel de juego en el campo, sino también trabajar en la motivación y cohesión del plantel.
Experiencia de Row: clave para enfrentar el reto
Randall Row no es ajeno a la presión, ya que anteriormente fue asistente de Vladimir Quesada en Saprissa y tiene experiencia dirigiendo a Sporting en la Liga de Ascenso. Además, ya tuvo una etapa previa con los guapileños, lo que podría ser un factor a su favor al conocer parte del entorno y las dinámicas del equipo.
No obstante, el reto es mayor debido a la mala racha en la que se encuentra el Santos, lo que demanda resultados inmediatos. Row, acompañado de su asistente Sandro Alfaro, deberá encontrar rápidamente una fórmula que permita sumar puntos y salir de la última posición de la tabla. Con solo siete jornadas por delante, el margen de error es mínimo, y cualquier desliz podría comprometer seriamente la permanencia del equipo en la primera división.
Evitar el descenso: el objetivo primordial
El Santos de Guápiles no solo debe pensar en mejorar su posición en la tabla, sino que también está obligado a evitar caer en la temida zona de descenso. Si bien la temporada apenas llega a su punto medio, las alarmas ya están encendidas en el club, que necesita una rápida recuperación si quiere evitar una lucha directa por no perder la categoría.
Row tiene hasta mayo de 2025 para demostrar que puede llevar al equipo por el buen camino, pero el trabajo más urgente será revertir la actual tendencia negativa del equipo. De no hacerlo, el Santos se enfrentará a una temporada llena de tensiones y con la amenaza constante de perder su lugar en la primera división del fútbol costarricense.
