La Liga Deportiva Alajuelense da un paso firme en su anhelado proyecto de construir un nuevo estadio, un sueño que se anunció con bombos y platillos en abril del 2021 y que busca concretarse con cautela para no generar expectativas irreales entre sus asociados. La junta directiva ya tiene un acuerdo con los dueños de un terreno ubicado en Alajuela, lo que representa un avance clave en una planificación que había enfrentado varios tropiezos.
La propiedad, situada frente a la autopista Bernardo Soto, a 600 metros al oeste de la sede de Dekra en El Coyol de Alajuela, es amplia y estratégica. O lo que es lo mismo, 1.5 km al este de Recope en La Garita de Alajuela. Está rodeada de accesos clave como la ruta 27 y la ruta 721, lo que facilitaría la conectividad para los aficionados que asistan a los partidos. Según supo El Mundo, esta decisión será comunicada oficialmente a los socios en los próximos días, marcando el inicio de una nueva etapa en el megaproyecto rojinegro.
Desde que el expresidente Fernando Ocampo presentó el proyecto en el 2021 con un costo estimado de $30 millones, la dirigencia eriza ha priorizado pasos firmes antes que apresurarse con compromisos. Joseph Joseph, presidente del club, declaró en abril de este año que encontrar un terreno adecuado era el primer requisito para avanzar hacia etapas como la preventa de palcos y la formación de un fideicomiso que financie la construcción.
La noticia se da en un contexto de perseverancia
Hace apenas ocho meses, las negociaciones con la familia Pinto para adquirir un terreno en Turrúcares, cerca del Centro de Alto Rendimiento (CAR), se estancaron sin un acuerdo. En su lugar, el club enfocó esfuerzos en evaluar otras opciones cercanas, manteniendo la visión de centralizar su operación deportiva y administrativa en Alajuela.
El terreno recién acordado representa un alivio para las aspiraciones liguistas, ya que cumple con los requisitos necesarios para albergar un complejo que no solo incluirá el estadio, sino también áreas comerciales y habitacionales. Esto asegura que el proyecto sea sostenible y rentable a largo plazo, según explicó Rodrigo van der Laat, líder de la comisión de estadio.
Aunque la dirigencia ha sido reservada con las fechas, se espera que el estadio albergue a 24.000 aficionados con características modernas, como visibilidad completa desde todos los asientos. Las zonas incluirán una gradería principal para 8.500 personas, una platea para 7.000, una muralla rojinegra con 3.000 espacios, y palcos privados con capacidad para 1.760 asistentes.
La directiva no oculta los retos financieros que implica un proyecto de esta magnitud. Sin embargo, el modelo de negocio planteado —que incluye el uso del terreno como garantía para un fideicomiso financiado por las taquillas— refleja la creatividad de los manudos para sortear las limitaciones presupuestarias.
Por ahora, la cautela sigue siendo la guía. Alajuelense prefiere presentar avances concretos a sus asociados antes de aventurarse con plazos o promesas sin respaldo. Mientras tanto, los socios esperan con ansias más detalles en la próxima Asamblea General, donde este acuerdo histórico marcará un antes y un después en el sueño del estadio propio.