San José, 9 jun (elmundo.cr) – El partido de la Selección de Costa Rica contra su similar de Panamá el cual terminó con empate sin goles, dejó a la afición tica con un sin sabor, sobre todo, por la gran expectativa que se había creado de poder conseguir los seis puntos en casa, y con eso dar un paso importante en el camino hacia el mundial de Rusia 2018.
En este encuentro la tricolor mostró cosas buenas y también malas. Analizaremos algunas de ellas.
LO BUENO
La intensidad en el inicio: “La Sele” comenzó el encuentro con una buena presión a los panameños, al punto de crear opciones claras de gol. Tanto Ruiz, Bolaños y Venegas tuvieron una buena movilidad en ataque. Fue un momento donde la nacional pudo haberse ido adelante en el marcador.
La mentalidad tras la expulsión: La tricolor jugó prácticamente todo el segundo tiempo con un jugador menos, debido a la expulsión de Giancarlo González, pero a pesar de eso mostraron mucha fortaleza mental, al punto que siguieron atacando, aunque no con mucho orden, pero lograron crear peligro y tuvieron algunas opciones claras de gol.
Joel Campbell: Su incorporación en la segunda mitad le dio otra cara al ataque tricolor, a pesar de encontrarse muy aislado en ofensiva, luchó contra los corpulentos defensores panameños y desequilibró a la zona baja canalera.
No haber perdido: Aunque toda la afición nacional deseaba que la tricolor obtuviera la victoria, las circunstancias del juego dictaban otra cosa. El hecho de que La Sele tuviera un jugador menos por tantos minutos, y la selección de Panamá que tenía futbolistas muy rápidos en ofensiva, llevaron el compromiso a una necesidad por no perder, principalmente, porque de haber ocurrido la derrota, los canaleros nos hubieran superado en puntos y el panorama sería aún peor. El empate, por como se dieron las cosas, fue lo mejor que pudo haber obtenido “La Sele”.
La afición: Sin duda fue lo mejor de la noche. A pesar de la lluvia que se presentó durante la tarde, los aficionados nacionales no defraudaron y llenaron el Estadio Nacional para animar a nuestros futbolistas. El apoyo fue total, y en el segundo tiempo, se convirtieron en el jugador “número 11” de la escuadra patria.
LO MALO
Un sistema de juego muy predecible y poco variable: Si bien es cierto es bueno que Costa Rica tenga un sistema establecido desde hace varios años, y con él se han logrado grandes cosas, resulta muy predecible para un entrenador adversario que haga un análisis básico del sistema y las funciones de los jugadores. Ya todos saben como se manejan los volantes laterales patrios, también en el desequilibrio que causan las subidas de ellos en nuestra zona defensiva. Asimismo, las funciones de Ruiz y Borges terminan por ser conocidas, y eso facilita la contención que se le impone al sistema táctico de la tricolor. El entrenador Óscar Ramírez, deberá replantear muy seriamente realizar variantes en el sistema de La Sele, no de entrada, sino durante el juego. Esta poca claridad se vio reflejada sobre todo en el primer tiempo contra Panamá, donde estaban en igualdad de jugadores.
Ya en la segunda mitad, se dieron variantes en el planteamiento, más por necesidad, y fue donde se vio mucho desorden.
Poca claridad en el último cuarto de la cancha: En el primer tiempo se tuvo un dominio claro en muchos momentos, pero no se logró esa lucidez necesaria en el último pase para dejar de cara a gol a un delantero, o inclusive para definir.
Los centros efectuados fueron imprecisos, siempre encontraron la cabeza de un defensor, y al tener los visitantes jugadores tan fuertes en el juego aéreo, esa no era una vía correcta en ofensiva.
La expulsión de González: Fue de lo peor del partido. Dejó a la selección de Costa Rica sin un hombre en un momento donde se necesitaba sumar en todos los aspectos, y ocurrió todo lo contrario. Es reprochable la manera en que se hizo expulsar el defensor patrio, quien cayó en la provocación del panameño, propinándole un puñetazo directo al rostro.
El desorden en el segundo tiempo: Un equipo debe saber jugar con diez futbolistas, ya que son situaciones que se pueden presentar en un juego y nadie está exento de ellas. Sin embargo la nacional se dejó llevar por la emoción y descuidó la zona defensiva muchas veces, propiciando algunos mano a mano en defensiva que pudieron terminar en la derrota de La Sele.
Jugadas de táctica fija a favor: Cuando se presenta un juego con las características que tuvo este en el segundo tiempo, se debe tener una especial atención en las jugadas a balón parado. Ya que en ellas existe una vía para lograr la anotación sin importar la superioridad numérica de los canaleros.
Pero sucedió todo lo contrario. Los cobros fueron errados y se desperdiciaron esas ocasiones, incluso terminando el juego. Con un jugador como Kendall Waston, se tuvo que manejar mejor esas acciones.
Para el juego contra Trinidad y Tobago del próximo martes, la tricolor realizará variantes obligadas en la formación, donde deberá sustituir al lesionado Bolaños y al expulsado González.