Limón Black Star podría desaparecer si no logra solucionar su problema de sede

Fotografía: Unafut

Limón Black Star, equipo que nació en 2022 para representar a la provincia de Limón tras la desaparición de Limón F.C., enfrenta una situación crítica que podría llevarlo a la desaparición en los próximos meses. Dos años después de su fundación, las dificultades económicas y la falta de una sede aprobada para jugar han puesto en jaque al club.

Cristian Williams, presidente del equipo, explicó en Tigo Sports, que la imposibilidad de utilizar el Estadio Juan Gobán, debido a que su gramilla no ha sido aprobada por el Comité de Licencias de la Federación Costarricense de Fútbol, ha asfixiado las finanzas del club. Según Williams, la situación es insostenible y la directiva del equipo solo aguantaría dos partidos más en las condiciones actuales, antes de tomar la decisión de retirarse de la competencia.

Uno de los principales problemas que enfrenta Limón Black Star es el alto costo de jugar sus partidos como local en Guápiles. El traslado no solo incrementa los gastos operativos, sino que también ha provocado una disminución en los ingresos por taquilla, lo que ha empeorado la crisis financiera. Según Williams, el club está perdiendo aproximadamente ₡2 millones por cada partido debido a la baja asistencia de público y la pérdida de patrocinios, especialmente los relacionados con las vallas publicitarias, que representaban unos ₡250 mil mensuales por patrocinador.

Williams fue enfático en que siente que el Comité de Licencias aplica reglas desiguales, afectando gravemente al club caribeño. “Hay decisiones desiguales en el Comité de Licencias que generan daños irreversibles en nuestro equipo. Mientras que algunos pueden jugar en campos con césped natural, aunque no esté en las mejores condiciones, las canchas sintéticas requieren cumplir más requisitos, y eso nos pone en desventaja”, criticó Williams.

El dirigente también lamentó la lentitud en el proceso para mejorar la infraestructura del Estadio Juan Gobán. A pesar de haber conseguido ₡550 millones mediante un crédito del IFAM para cambiar la gramilla y mejorar la iluminación en conjunto con la Municipalidad de Limón, el trámite sigue en curso y, mientras tanto, el equipo continúa jugando lejos de su afición.

Williams teme que la provincia de Limón vuelva a quedarse sin fútbol profesional si no se encuentra una solución rápida. “Cada partido en Guápiles nos cuesta ₡2 millones, y aunque estamos al día con la Caja, Tributación y la planilla, esto no parece importar”, señaló con frustración.

Por su parte, Sergio Hidalgo, presidente de la Liga de Ascenso, reconoció la preocupación que genera la situación de Limón Black Star, pero insistió en que los equipos han tenido tiempo para ajustarse a las normativas del Comité de Licencias. “Los clubes sabían de estos requisitos desde hace tiempo. Se acabaron las extensiones para cambiar las gramillas, y ahora deben cumplir el reglamento”, declaró.

Aunque Hidalgo no ve probable que Limón Black Star se retire de la competencia, admitió que la situación es complicada y que buscarán maneras de ayudar al club, aunque la cancha aún no cumple con los requisitos necesarios.

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