En Alajuelense insisten en que no es momento para hablar de fichajes. Que todo se definirá cuando termine el campeonato. Que ahora la única obsesión es Liberia y la semifinal del sábado. Pero en medio de ese silencio institucional, hubo una frase, un gesto y una respuesta que dejaron al descubierto algo que el club intenta manejar con sigilo: el jugador que sí quieren para el próximo semestre.
Y ese nombre es Kenneth Vargas.
La escena ocurrió antes del 1-1 en el Edgardo Baltodano, cuando Carlos Vela, gerente deportivo rojinegro, atendió a los medios en una zona improvisada junto a la gradería. Era un día cargado: la serie semifinal estaba por comenzar y, como suele pasar en diciembre, el mercado se mueve más rápido que los partidos.
A Alajuelense ya lo habían vinculado en la semana con Agustín Auzmendi y con el hondureño Jorge Álvarez. Nada nuevo para un club que siempre está en el radar. Pero cuando entró a discusión el nombre de Kenneth Vargas, algo cambió en la atmósfera: Vela dejó de esquivar y respondió con una solidez que no utilizó para los otros casos.
“Es de lo mejor que hay en el ámbito nacional. Jugador de Selección, ya pasó por Europa”, expresó sin rodeos, casi como si elogiara a un futbolista propio.
No fue un “no hay nada”.
No fue un “son rumores”.
Fue un reconocimiento técnico directo, el tipo de frase que un gerente solo pronuncia cuando el jugador realmente está en carpeta.
Y la información confirma esa lectura: Alajuelense ya hizo contactos formales con el Hearts de Escocia, dueño de la ficha del atacante. No es especulación. No es ruido de redes. Es gestión real. En ElMundo.CR no mentimos.
La necesidad existe. Con la salida de Kenyel Mitchell rumbo al Minnesota United, los rojinegros pierden un perfil que no se reemplaza desde adentro de manera automática. Tristán Demetrius empuja con fuerza, como bien reconoció Vela, pero el club sabe que para competir en la Copa de Campeones de Concacaf y el próximo semestre no alcanza solo con proyección: también se requiere jerarquía comprobada.
Vela intentó bajar la temperatura del tema, aunque sin mucho éxito:
“Ya habrá tiempo más adelante para definir lo que el club pueda necesitar, pero la realidad es que no hay nada”.
Sin embargo, la misma conversación lo contradecía.
Hablaba de Mitchell, de Demetrius, del armado del plantel, del semestre internacional y del cierre en casa con la presión de siempre. Todo eso ocurría en el mismo discurso en el que afirmaba que “no era momento” para hablar de fichajes.
Pero las pistas estaban ahí, visibles.
El gerente también dejó claro que Alajuelense vive un momento bisagra: entre logros recientes, una afición reconectada y cicatrices que no desaparecen, el club se juega mucho más que una semifinal.
“La presión es un privilegio”, dijo, sabiendo que diciembre siempre es una prueba de fuego para la Liga.
Ahora, con la vuelta ante Liberia a la vista, Alajuelense mantiene la línea pública: el mercado está en pausa. Pero internamente, el análisis ya empezó. Y si algo quedó claro en Liberia es que hay un jugador por el que sí están dispuestos a mover fichas: Kenneth Vargas.
No lo anunciarán todavía, porque no hay nada por anunciar.
No lo confirmarán, porque no hay nada concreto.
Pero la pista está dada.
Y es imposible no verla.
