Alajuela. El 25 de junio anterior el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) lanzó una frase que lo desnudó en su esencia pero vaya que tuvo, tiene y tendrá razón.
“Los que esperan a que renuncie deberían esperar sentados porque no va a suceder”, soltó Rodolfo Villalobos con algo de molestia tras la pregunta del periodista Cristian Brenes, del diario La Nación.
El tono con el que respondió la máxima cabeza federativa lo retrata, muy a menudo se comporta así en las sesiones del Comité Ejecutivo. Autoritario.
Villalobos Montero es un hombre hábil en la política futbolera, sabe bien manejar las votos y conoce a fondo el estatuto de la Fedefútbol.
Tan hábil que cuando se supo perdido ante Jorge Hidalgo, le otorgó los espacios necesarios a la Liga de Ascenso, quienes antes de la llegada de Orlando Moreira al Comité Ejecutivo tenían mayoría en las decisiones.
Esto sacó a Jorge Hidalgo de la contienda.
Rodolfo Villalobos y sus compañeros del Ejecutivo gozan de una paupérrima popularidad ante la afición futbolera del país. Si las opiniones en la calle y en las redes sociales tuviesen peso, el recambio administrativo sería inminente. Pero para cuando se necesita comprar entradas y camisas, La Sele es del pueblo; cuando se piden las salidas todos se apegan a la legalidad.
¿Rodolfo Villalobos tiene razón en que se debe esperar sentados una salida suya?
¿Existe alguna manera de tener una salida anticipada de Villalobos?
Las respuestas son sencillas: Hay que esperar sentados y la única manera que se pueda dar una salida presidencial antes de agosto 2023 es solo por una renuncia. No existe ninguna otra vía.
El estatuto de la Fedefútbol detalla en su artículo 20 las razones por el cual una persona o miembro de un órgano puede ser destituido.
En el artículo 18, párrafo segundo, se establece que el Comité Ejecutivo es un órgano de la federación.
Sin embargo, una persona que integre cualquier órgano de la Fedefútbol puede ser destituida si cometió una falta seria a los estatutos, reglamentos, directrices y decisiones (incluido el Código de Ética) de la FIFA, Concacaf, Uncaf y Fedefútbol.
El bajo rendimiento de las diferentes selecciones nacionales no es causal de despido para un jugador, técnico y mucho menos un dirigente.
La única opción. Una salida de Rodolfo Villalobos Montero, antes de agosto 2023 cuando termina su nombramiento, solamente es posible si él tuviese la humildad de aceptar que sus decisiones deportivas no han sido las correctas hasta el momento y brinde un paso al frente para renunciar.
Sin embargo, ya lo dijo el 25 de junio anterior y lo volvió a decir hace unos días en el seno de la Fedefútbol, pase lo que pase, cumplirá su período como la máxima cabeza dirigencial del fútbol costarricense.
La icónica frase es más realista de lo que se puede imaginar el colectivo.
“Esperen sentados”…
