La Selección Nacional de Costa Rica reveló su lista preliminar para la Copa Oro 2025, y entre los nombres destacan dos extremos opuestos de la historia reciente del fútbol tico: Keylor Navas, ícono del arco nacional, y Isaac Badilla, el joven manudo de apenas 16 años que debutó este domingo en el clásico nacional.
La nómina de 60 futbolistas fue presentada por la Concacaf como parte del proceso reglamentario previo al torneo, y corresponde a la planificación del técnico Miguel “Piojo” Herrera, quien trabaja con una amplia base de jugadores pensando en la competencia regional.
De Madrid a Tibás
Keylor Navas, de 38 años, vuelve a aparecer en una convocatoria de la Tricolor tras meses de incertidumbre sobre su futuro profesional. Su presencia envía un mensaje claro: el arquero sigue siendo considerado para defender el arco nacional en momentos clave, mientras se define su próximo club tras cerrar ciclo en Europa.
En contraste, aparece Isaac Badilla, el habilidoso extremo de Liga Deportiva Alajuelense, que debutó oficialmente este fin de semana en el clásico ante Saprissa y ya figura entre los seleccionables para un torneo mayor. Badilla ha sido figura en selecciones menores y es uno de los talentos más prometedores que ha producido el Centro de Alto Rendimiento (CAR).
Juventud y experiencia
La lista también incluye nombres consolidados como Francisco Calvo, Joel Campbell, Yeltsin Tejeda y Anthony Contreras, junto a nuevas caras como John Paul Ruiz (Puntarenas FC), Kenay Myrie (Saprissa) y Gianfranco Rodríguez (Santos). El objetivo de Herrera es tener un panorama completo del talento nacional disponible y proyectar posibles variantes tácticas.
¿Quiénes llegarán a la lista definitiva?
De estos 60 nombres, Herrera deberá reducir el grupo a 26 convocados oficiales que viajarán a disputar la Copa Oro, programada para mediados de este año. El torneo marcará el primer gran reto oficial del estratega mexicano al mando de la Selección.
Lo cierto es que, por ahora, la presencia simultánea de Keylor Navas y un chico de 16 años como Isaac Badilla simboliza perfectamente el cruce generacional que vive la Tricolor: la experiencia de los ídolos que marcaron época y la esperanza depositada en un nuevo semillero que ya comienza a dar frutos.