El jugador del Saprissa, Luis Díaz, ha atravesado un año difícil, no solo por los retos dentro del campo, sino también por una profunda pérdida familiar que afectó su motivación para seguir jugando al fútbol. A finales del 2023, el mundo de Díaz se derrumbó con la muerte de su abuela, doña Freddy Espinoza, quien fue una de las personas más importantes en su vida y el centro de su familia en Nicoya.
La partida de doña Freddy dejó una marca imborrable en el jugador, quien admitió que durante varios meses había perdido las ganas de jugar. La señora, ferviente seguidora del Saprissa, siempre soñó con ver a su nieto defendiendo los colores del equipo. Aunque Luis cumplió ese sueño, lamentablemente ella no pudo presenciarlo.
“Fue un poco complicado, como lo he dicho desde el torneo pasado, la pérdida de mi abuelita fue un golpe emocional muy duro para toda la familia; especialmente, para mí, porque crecí con ella desde los dos años. Ella fue el motivo por el cual jugaba, además de cumplirle los sueños y darle una mejor calidad de vida”, confesó el jugador.
Díaz explicó que, gracias al apoyo de su familia y a la ayuda de un psicólogo, ha comenzado a recuperar el entusiasmo por el fútbol y el deseo de seguir adelante por aquellos que aún lo acompañan. “El psicólogo me ha ayudado a recuperar esas ganas por jugar, saber que hay una familia todavía detrás de mío, mi mamá, mis hermanos, mi abuelo que todavía está ahí, tengo que seguir sacándolos adelante. Ha sido complicado, pero las ganas están volviendo y espero tomar mi nivel de cuando estaba en la MLS y ponerlo para bien de Saprissa”, agregó Díaz.
El esfuerzo del jugador ya está dando frutos en la cancha. En el reciente encuentro ante Herediano, fue Díaz quien envió el centro que permitió a Javon East anotar el gol que selló la victoria del Saprissa. Con solo tres meses restantes en su contrato, Díaz es consciente de que necesita dar lo mejor de sí para asegurar su continuidad en el club.
“Tengo que enfocarme estos tres meses que faltan, sé que son muy puntuales para lo que son las negociaciones. Al final tengo que dar un buen rendimiento, hacer las cosas bien para así buscar una renovación, si Dios lo permite”, concluyó.
El camino de Luis Díaz no ha sido fácil, pero su determinación de superar los desafíos personales y profesionales lo impulsa a seguir luchando por su futuro en Saprissa y por el legado de su querida abuela.
