“Lo va a mejorar”, dijo hoy Juantorena, campeón olímpico de 400 y 800 metros en los Juegos de Montreal 1976, durante el Congreso de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) en Pekín.
Tras 54 años de enfrentamiento ideológico, Estados Unidos y Cuba reanudaron el 20 de julio sus relaciones diplomáticas.
“Nunca hemos estado alejados de los Estados Unidos”, aseguró Juantorena, de 64 años y que fue elegido hoy vicepresidente del ente rector del atletismo.
“Hemos participado muchísimas veces en Estados Unidos. Va a ser un beneficio para ambas naciones en el terreno deportivo. Hay que ver esta situación como algo positivo para ambos países. No sólo en términos deportivos, sino económicos, de relaciones. Una relación de respeto, de coexistencia”, añadió el presidente de la federación cubana de atletismo.
“Estamos en el comienzo de muchas cosas que están pendientes, como la base de Guantánamo, el embargo, que no tiene sentido. Son cosas que hay que hacerlas poco a poco. El deshielo es una cosa que el tiempo lo exigía. Creo que tendría que haber ocurrido hace mucho tiempo”.
Juantorena aseguró que le da mucha pena que atletas como los vallistas Dayron Robles y Orlando Ortega abandonen la disciplina del equipo cubano.
“Son gente que abandona la delegación nuestra. A mí me da mucha pena porque han sido creados por nuestro propio sistema, nosotros hicimos lo que son, ellos eran muchachitos muy jovencitos, estaban en las escuelas, y el movimiento cubano les dio todo el respaldo. Y en el corazón hay una variable que se llama agradecimiento. Hay que respetar esa cosa”, explicó a las puertas del Congreso a tres días de los Mundiales de Pekín.
“Ellos decidieron irse, es un problema de ellos. A mí me da mucha pena, pero no tengo nada en contra ni de Ortega ni de Robles ni de nadie, pero sí respeto mucho a los que están con nuestra federación, en la batalla y en la línea de combate por nuestra patria”.
Juantorena se mostró además orgulloso por haber sido elegido como uno de los cuatro vicepresidentes de la IAAF en una jornada en la que el británico Sebastian Coe fue votado como nuevo presidente del organismo.
“Es un reconocimiento del mundo del atletismo, no a mí persona sino a la familia del atletismo cubano, que puso el nombre de Cuba bien alto”, dijo el ex deportista. “No se trata de mi persona, sino de trabajar en favor del atletismo a nivel mundial, de la universalización del deporte”.
“Para mí es un privilegio trabajar con Sebastian Coe. Fue él el que me rompió el récord de los 800 metros en el año 79. Trabajaré en cuerpo y alma, hombro con hombro con él, y trataré de cumplir esta responsabilidad tan grande que se me ha entregado”, agregó.
“Son cosas que a uno le llenan de emoción. Reconocimiento a mi gente. Yo solo no soy nada. Detrás de uno está el entrenador, el médico, el masajista, el sistema deportivo cubano, la filosofía del sistema deportivo cubano. Me dieron todo lo necesario para ser campeón olímpico. Yo no lo considero un logro personal”.
