El delantero jamaiquino Javon East no se quedó callado sobre los detalles de su salida del Deportivo Saprissa, asegurando que no fue un acuerdo mutuo como inicialmente se informó. Según East, la decisión de finalizar su contrato fue tomada unilateralmente por el club, lo que lo dejó en una situación que considera injusta.
Conflicto económico
Con un contrato vigente hasta mayo del 2025, East esperaba que Saprissa asumiera la totalidad del compromiso económico por el tiempo restante. Sin embargo, el club le ofreció únicamente dos meses y medio de salario como compensación, mientras que el jugador solicitó tres meses y medio. Ante esta diferencia, el gerente deportivo del club, Sergio Gila, le sugirió que llevara el caso a los tribunales si no estaba de acuerdo.
“Lo usual, cuando un equipo busca finiquitar un contrato, es que se haga responsable de todo lo que resta de plazo. Aquí no fue así, y eso me dejó claro que no se valoró mi aporte al equipo”, afirmó East en una entrevista con Josué Quesada.
Falta de comunicación
El atacante también señaló que la comunicación con la dirigencia fue prácticamente nula. “Solo hablé una vez con Sergio Gila. Fue el técnico José Giacone quien me informó que no continuaría en el equipo. Me pareció extraño que el gerente deportivo no me lo comunicara directamente”, destacó East.
Esta falta de interacción dejó un mal sabor en el jugador, quien esperaba un trato más profesional, especialmente después de ser el máximo goleador del equipo en el último torneo con 10 tantos.
Un desenlace inesperado
La salida de East ha generado controversia entre los seguidores morados, quienes cuestionan la decisión de dejar ir a un jugador que destacó en el certamen anterior. Sin embargo, Saprissa ha sumado nuevos refuerzos como Sabin Merino y Nicolás Delgadillo para reestructurar su plantilla.
El futuro de East
Aunque su próximo destino aún es incierto, East asegura que continuará esforzándose para mantenerse competitivo y en buen nivel futbolístico. Además, el tema de su indemnización podría escalar a instancias legales si no se llega a un acuerdo entre ambas partes.
Esta situación pone en evidencia los desafíos en la relación entre jugadores y clubes en el fútbol costarricense, resaltando la necesidad de mayor claridad y profesionalismo en la gestión de contratos.