San José, 18 set (elmundo.cr)- Israel anunció este lunes a bombo y platillo su mayor apuesta deportiva hasta la fecha: la celebración de la primera etapa del Giro de Italia 2018 que se disputará el 4 mayo con una contrarreloj en Jerusalén, recorrerá el país de norte a sur durante tres días y espera que haga despuntar el turismo.
Tras 101 años de historia, el Giro cruza las fronteras europeas en una nueva apuesta por la internacionalización, llamada “Amore infinito 1”, que defendió el director de la Corsa Rosa, Mauro Vegni, en una rueda de prensa celebrada en un hotel de Jerusalén.
“En la jornada se desvelaron las etapas y recorrido de la carrera, especialmente en Jerusalén, donde tendrá lugar el pistoletazo de salida con una contrarreloj de 10.1 kilómetros a las puertas de la Ciudad Vieja.
Las empinadas subidas y pronunciadas bajadas características de Jerusalén serán recorridas por al menos 176 participantes en esta primera carrera.
“Creo que lo principal es la contrarreloj, ese recorrido es muy técnico, es donde más riesgo tienes que asumir. Creo que el resto, en cuanto a la carrera en línea no será mayor problema”, comentó el ciclista español Alberto Contador, que asistió a la presentación.
El deportista, retirado recientemente, advirtió que la mayor dificultad que afrontarán los participantes “será obviamente la tensión que siempre hay la primera semana de las grandes vueltas, por no perder tiempo y estar bien colocado y las posibles caídas, más que el peligro de las curvas”.
El primer día de competición constará de una crono individual por las calles de la Ciudad Antigua de Jerusalén, lugar emblemático de la Ciudad Santa. Será una contrarreloj corta de 10 kilómetros que ningún especialista de esta disciplina se querrá perder.
El segundo día tendrá una etapa llana de 164 km que saldrá de la ciudad de Haifa y acabará frente al Mar Mediterráneo en Tel Aviv, que posiblemente terminará en un sprint masivo.
Para el tercer día el Giro se ha reservado una sorpresa para los corredores. La organización ha decidido acabar los días en tierras israelíes con una etapa por el desierto de Negev y con final a la costa del Mar Rojo.
Serán 226 kilómetros de paisajes de postal entre Be’er Sheva y Eilat, pero que pueden acumular un gran cansancio en las piernas de los corredores solo en la primera semana.
Entre estos se incluye de hecho la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la parte oriental de la urbe, que será telón de fondo del inicio de la carrera que, sin embargo, no pasará por ese territorio.
