San José, 18 ago (elmundo.cr)-Un sencillo, un doble, dos jonrones, cuatro carreras impulsadas y tres anotadas fueron los números de Gerardo Chévez García, del equipo de béisbol de Toros, que lo llevan a ser el jugador de la semana.
Es de origen nicaragüense, está en nuestro país desde año 2011, pero juega béisbol desde los 8 años de edad. En suelo del norte militó en el equipo de León de Primera División mientras que en Costa Rica salió campeón nacional con Pinoleros.
Este año dio un giro en la vida de Chevez, el equipo de Toros lo invitaron a jugar y le encantó el grupo que armaron para ir por el título.
El amor por este deporte, se nota en este jugador y confiesa: “Uno juega porque lo trae de familia, de sangre, allá en Nicaragua mi papá, familiares, todos jugaron béisbol. Estuve tres años en la Primera de allá y bueno luego me vine a jugar a Costa Rica”.
Gerardo tiene 31 años de edad y dijo: “Para mí el torneo este año ha sido muy competitivo y Toros ha demostrado tener un cuadro sólido, agresivo y aguerrido”.
En el campeonato juega como receptor, aunque dice que es polifuncional y ya en ofensiva es el tercer bate de Toros, quienes en este momento poseen el liderato en el Torneo Nacional.
“Bueno uno aporta su granito de arena, yo pegué dos jonrones el domingo en la doble programación, uno quizás no se mentaliza en sacarlo sino que piensa en hacer un contacto fuerte y bueno hay momentos donde la pelota agarra lejos”, dijo Chévez.
Fuera del diamante, Gerardo es ingeniero en sistemas, se graduó en Nicaragua y en nuestro país, trabaja para una empresa como técnico en redes inalámbricas para Internet.
“Sí, gracias a Dios pude sacar un estudio en ingeniería y trabajar en redes y tengo la oportunidad de combinarlo con el béisbol”, finalizó, orgulloso de poder hacer lo que ama al mismo tiempo, expresó.
Hace unos años estuvo probando suerte aquí en Costa Rica, pero se regresó a su amada Nicaragua, para poder seguir jugando. Las oportunidades han cambiado y a punta de esfuerzo logró terminar su carrera, y seguir jugando en primera división en Costa Rica, anteriormente trabajó en una constructora seis días a la semana, con eso logró sacar adelante a su esposa y sus dos hijos, gracias a su esfuerzo.
