Un negocio fallido de importación de repuestos de vehículos ha dejado pérdidas cercanas a los $10 millones (aproximadamente ¢5.130 millones), afectando a unas 100 personas, entre las que se encuentran 20 futbolistas de la Primera División, tanto activos como retirados. Este presunto fraude está siendo investigado por la Fiscalía de Pavas, bajo el expediente 24-000766-0283-PE, según informó el Ministerio Público a La Nación y fue dado a conocer por el medio Noticias Red Digital.
Uno de los afectados, un jugador que actualmente se desempeña en el extranjero, relató a La Nación que comenzó a participar en este negocio en 2021, atraído por los altos intereses prometidos a cambio de su inversión. “Inicié con ¢1 millón al mes, pero viendo que me pagaban puntualmente, decidí invertir más”, contó bajo la condición de anonimato.
El principal señalado es un hombre de apellido Aguilar, de 37 años, quien supuestamente operaba con aseguradoras para importar repuestos. Los inversionistas habrían recibido una rentabilidad mensual del 5.5% sobre su capital. Sin embargo, el esquema colapsó, y muchas de estas personas, incluidas figuras del fútbol, vieron cómo sus inversiones desaparecían.
El declive del negocio
El jugador explicó que, al principio, las operaciones parecían legítimas, con contratos respaldados por garantías mobiliarias. “Te aseguraban que el dinero se usaría para comprar repuestos, y te daban contratos de respaldo”, detalló. Aguilar habría abierto un taller en Heredia, donde planeaba ampliar sus operaciones, pero según los testimonios, esto marcó el inicio de los problemas. Un intento fallido por cumplir una orden de repuestos grandes desató la crisis. Aguilar llegó a ofrecer hasta un 12% de interés en un mes para cumplir con la entrega de esa orden, pero el dinero no llegó a tiempo.
Este movimiento, según uno de los afectados, fue “una cortina de humo” para ocultar la falta de liquidez, y desde entonces, los pagos empezaron a retrasarse hasta que finalmente cesaron.
Consecuencias para los inversionistas
Otro futbolista, retirado, comentó que fue presentado a Aguilar por un exjugador, quien le aseguró que no se trataba de un esquema piramidal, ya que las ganancias dependían de la inversión directa y no de atraer a más participantes. “Vi en este negocio una oportunidad para retirarme del fútbol”, dijo. No obstante, los rendimientos dejaron de llegar hace tres meses, y ahora da por perdida su inversión.
Este exfutbolista también contó que conoce a otro exjugador que pidió dos préstamos para poder invertir, pero tras la desaparición de Aguilar, quedó con deudas importantes y sin forma de recuperarse. “Ese mae está con dos préstamos, el de la casa, y sin trabajo”, relató.
Un profesional que contacto a El Mundo, señaló que ingresó al negocio luego de ver durante meses que los pagos se cumplían al pie de lo acordado.
“Yo suelo ser muy desconfiado en temas económicos. Soy amigo cercano a un futbolista y, en una cena, le pregunté que cómo iba el negocio que nos había comentado seis meses atrás. Como uno veía que las cosas iban bien, decidí invertir, se me vencían unos bonos en el banco y no lo renové para meter ese dinero en las ordenes de compras de repuestos. Todo salió bien durante tres meses, recibí al menos dos millones de colones y, al final, perdí 14 millones. La persona no pagó a tiempo en junio y desde ahí no se sabe nada de él”, dijo este afectado.
Investigación en marcha
Hasta el momento, la Fiscalía ha recibido solo tres denuncias por estafa, aunque se espera que este número aumente. El abogado Zudik Hernández Routman, quien representa a cuatro víctimas, afirmó en La Nación, que están en proceso de solicitar al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) la revisión de los contratos y las cuentas bancarias del investigado. Según Hernández, habría cerca de 100 personas afectadas por el presunto fraude.
Además, el abogado cuestionó la falta de acción del Banco de Costa Rica (BCR), que no tomó medidas a pesar de las altas transacciones de dinero que la sociedad de Aguilar manejaba sin un control claro sobre su procedencia.
Conforme avancen las investigaciones, se espera que más detalles salgan a la luz y que más víctimas se sumen a las denuncias, mientras los afectados intentan sobrellevar las pérdidas ocasionadas por este presunto fraude.