Lo que comenzó como una noche de emoción y alegría para Steven Godoy Porras, un aficionado de Liga Deportiva Alajuelense, terminó convirtiéndose en una pesadilla. Asistir a la Gran Final contra Herediano era un regalo especial que recibió de un amigo secreto familiar, algo que lo emocionó hasta las lágrimas. Sin embargo, el sueño de ver a su equipo en el Estadio Alejandro Morera Soto concluyó en un hospital, donde ahora lucha por su vida tras ser víctima de una presunta agresión policial.
El regalo que terminó en tragedia
Steven, de 36 años, llegó al Morera Soto acompañado por dos menores de edad. Después del partido, que culminó con disturbios tanto dentro como fuera del estadio, tomó la decisión de retirarse por lo que parecía una salida tranquila. Sin embargo, en ese momento se encontró con un grupo de oficiales de la Fuerza Pública.
Según relató su hermana, Sharon Godoy, Steven levantó las manos en señal de que no estaba involucrado en ningún problema. Pese a ello, uno de los oficiales lo golpeó con el puño cerrado, acción que quedó registrada en un video que ahora circula en redes sociales. “No se ve en el video, pero creemos que después lo golpearon con una macana, porque lo que tiene en el cráneo no se explica con una caída. Tiene fractura en el cráneo y sangre en el cerebro”, aseguró Sharon en declaraciones a La Nación.
Indignación y abuso de autoridad
Sharon, visiblemente afectada, denunció lo que considera un abuso de autoridad por parte del oficial involucrado. “Me siento indignada y molesta. Hay videos y testimonios que confirman que mi hermano no estaba armando ningún pleito. Esto no debió pasar”, afirmó.
El golpe no solo dejó a Steven con fractura en el cráneo y hemorragia cerebral, sino que también sufrió múltiples lesiones en la cara, un oído afectado y diez puntadas en la cabeza. Además, la falta de un protocolo adecuado de atención médica agrava aún más la indignación de la familia: “Lo sacaron en una camilla sin ponerle nada en el cuello, lo trataron peor que un trapo”, denunció Sharon.
Los menores que acompañaban a Steven tampoco salieron ilesos. Una de las menores sufrió un hombro dislocado tras ser empujada por otro oficial, mientras que el otro menor también resultó golpeado.
El estado de salud de Steven
Tras el incidente, Steven fue trasladado inicialmente al Hospital de Alajuela, donde ingresó a la sala de shock. Allí le realizaron un TAC que confirmó la gravedad de sus lesiones, por lo que fue remitido al Hospital México para ser evaluado por un neurocirujano. Actualmente, su estado es estable pero crítico, y la familia espera los resultados de un segundo TAC para conocer su evolución.
“Mi hermano está muy golpeado, tiene la cara inflamada, la boca despedazada y un cachete hinchado como un globo. No entendemos cómo alguien que levantó las manos pudo ser agredido de esa manera”, expresó Sharon, quien también indicó que Steven no estaba en la gradería de La Doce, sino en la gradería norte.
Acciones legales y respuesta de las autoridades
Sharon Godoy interpuso una denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y solicitó que se revisen las cámaras de seguridad del estadio para identificar al oficial involucrado. “Queremos que esa persona tenga su castigo. Si no hacemos nada, esto quedará impune y no queremos que algo así vuelva a suceder”, subrayó.
El director de la Fuerza Pública, Marlon Cubillo, visitó el hospital para informarse sobre el estado de salud de Steven y confirmó la apertura de un proceso disciplinario interno. “Procede en estos casos un proceso disciplinario a lo interno”, declaró Cubillo, según información compartida con La Nación.
Un episodio que ensombrece la final
La Gran Final entre Alajuelense y Herediano dejó como saldo cerca de diez detenidos y al menos seis heridos, según el informe de las autoridades. Entre ellos, Steven Godoy es el caso más grave, un reflejo de cómo la violencia y el descontrol marcaron una jornada que debería haber sido de fiesta para el fútbol costarricense.
La familia de Steven espera justicia, pero también enfrenta el miedo constante de recibir malas noticias. “No buscamos dinero con esta denuncia, solo queremos que se haga justicia por algo que nunca debió ocurrir. Mi hermano solo quería disfrutar de un regalo que le dieron con tanta ilusión, y ahora está entre la vida y la muerte”, concluyó Sharon.