La decisión de la FIFA de otorgar a Arabia Saudita la organización del Mundial de Fútbol 2034 ha desatado una ola de críticas por parte de organizaciones defensoras de derechos humanos y asociaciones de aficionados. Este miércoles, tras la confirmación oficial de la sede, grupos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Football Supporters Europe acusaron a la FIFA de ignorar los compromisos en materia de derechos humanos y poner vidas en peligro.
“Un Mundial marcado por represión y explotación”
En un comunicado conjunto, una veintena de organizaciones denunció las condiciones en las que se desarrollará el evento en Arabia Saudita, señalando preocupaciones sobre la situación de los trabajadores migrantes, la discriminación hacia mujeres y personas LGBTQIA+, y la represión de activistas.
“Hoy, las pruebas no faltan: trabajadores migrantes explotados, militantes condenados a décadas de prisión por manifestarse pacíficamente, y habitantes expulsados por fuerza para proyectos estatales. Este Mundial quedará oscurecido por la represión y la explotación a gran escala”, advirtieron.
Compromisos de la FIFA, en entredicho
Desde 2017, la FIFA ha proclamado su compromiso con los derechos humanos, prometiendo prevenir y mitigar violaciones vinculadas a sus actividades. Sin embargo, según las ONG, el proceso para elegir a Arabia Saudita como sede ha demostrado la falta de medidas concretas.
“No hubo consulta a las comunidades afectadas ni medidas específicas para garantizar el respeto de las normas internacionales en derechos laborales y fundamentales”, criticaron las organizaciones.
Un informe de la propia FIFA, publicado un mes antes del anuncio, reconoció que la candidatura saudita supone “un riesgo medio” en materia de derechos humanos, admitiendo que las reformas necesarias tomarán tiempo y esfuerzo.
‘Sportswashing’ y el uso del deporte
Arabia Saudita ha acogido numerosos eventos deportivos en los últimos años, desde Fórmula 1 y el Rally Dakar hasta combates de boxeo y torneos de tenis, lo que ha llevado a denuncias de ‘sportswashing’, el uso del deporte para mejorar su imagen internacional.
“La FIFA se arriesga a asumir una gran responsabilidad por muchos de los abusos a los derechos humanos que se producirán”, concluyeron las asociaciones en su manifiesto.
Un Mundial bajo la lupa
Con la ausencia de competencia en el proceso de selección y el historial de violaciones a los derechos fundamentales en Arabia Saudita, el Mundial 2034 está destinado a estar rodeado de controversia. Las organizaciones humanitarias exigen reformas urgentes y acciones concretas por parte de la FIFA para garantizar que el torneo no esté empañado por la represión y la discriminación, pero la falta de medidas hasta ahora deja muchas dudas sobre el legado de este evento deportivo.