Alajuela, 1 sep (elmundo.cr) – Esteban Alvarado se ha convertido en un verdadero espectáculo cada vez que pisa el estadio Morera Soto, especialmente cuando enfrenta a la Liga Deportiva Alajuelense. Su rivalidad con los manudos no solo se limita a lo futbolístico, sino que también se refleja en su tensa relación con la afición rojinegra. El portero del Saprissa, conocido por su carácter y habilidades bajo los tres palos, ha hecho del Morera su propio escenario, donde no solo ataja, sino que también baila, provocando a sus detractores.
En el más reciente clásico, que culminó en un empate 1-1, Alvarado volvió a ser la figura indiscutible del encuentro. A pesar de estar lidiando con una hernia en la espalda, realizó siete atajadas clave que mantuvieron a su equipo en la pelea. Su actuación más destacada fue una espectacular parada ante Alexis Gamboa, que no solo dejó boquiabiertos a los aficionados, sino que también le permitió tomarse un momento para hacer unos pasos de baile, en clara alusión a la icónica frase de Celia Cruz: “La vida es un carnaval”.
En su entrevista posterior al partido, Esteban no ocultó su felicidad: “Hay que disfrutar la vida, como decía Celia Cruz, la vida es un carnaval”. Esta actitud desenfadada y provocativa ha marcado su estancia en el Saprissa, donde ha asumido el papel de líder desde que tomó la titularidad tras la salida de Kevin Chamorro.
A pesar de su buen desempeño, Alvarado fue honesto al reconocer que el partido en el Morera no fue sencillo, destacando la calidad del equipo manudo: “Alajuelense es un equipazo, venir al Morera es complicado, pero somos Saprissa y mostramos carácter”. Su rendimiento no pasó desapercibido, y aunque no pudo evitar el gol de Anderson Canhoto, sus intervenciones fueron cruciales para que el Saprissa se llevara un punto de un estadio tan complicado.
Este clásico reafirma a Esteban Alvarado no solo como un portero de clase mundial, sino también como un showman que sabe cómo llevar el juego más allá del fútbol, dejando huella en cada partido con su carácter y habilidades inigualables.
