El Deportivo Saprissa vive uno de sus momentos más oscuros en el segundo semestre del 2024, y su delantero Ariel Rodríguez no escondió su frustración tras la reciente derrota 2-3 ante Puntarenas en el estadio Ricardo Saprissa, conocida como “La Cueva”. La caída profundiza una crisis deportiva en la que el equipo ha perdido todo en lo que va del año: Recopa, Supercopa, Torneo de Copa y su eliminación de la Copa Centroamericana.
Al finalizar el encuentro, Rodríguez conversó con FUTV y fue contundente en sus declaraciones, expresando su descontento con la situación actual del equipo. “Yo ya no sé qué decir, yo ya no sé qué nos está pasando. La verdad que no sé qué decir sobre lo que pasa”, comentó el delantero con visible frustración.
A pesar de entrenar bien, según él, el esfuerzo no se refleja en los resultados. “Lo hemos hecho todo, siento que entrenamos bien. Pero llegamos al partido y el marco se nos cierra”, dijo Rodríguez, señalando la falta de eficacia frente a la portería rival.
Un futuro incierto
Rodríguez también habló sobre el futuro del técnico Vladimir Quesada, quien ha sido objeto de críticas por parte de la afición tras los malos resultados. A pesar de la presión, el delantero defendió al estratega y sugirió que este no es el momento adecuado para tomar decisiones drásticas. “Yo no creo que el técnico se tenga que ir en este momento, sería echar todo a la borda”, afirmó.
Sin embargo, Rodríguez también dejó claro que, si a final de año se toman decisiones sobre salidas en el cuerpo técnico o en la plantilla, él está dispuesto a aceptar lo que venga. “Si en diciembre se tiene que ir él y jugadores, aún con contrato, pues nos vamos. Al final hay jefes que respetar y la institución no está por encima de nadie”, concluyó con una actitud de resignación ante las posibles medidas que podrían tomarse en el equipo.
Saprissa, a la deriva
Con esta derrota, Saprissa sigue cayendo en la tabla, mientras equipos como Alajuelense y San Carlos se despegan en la cima del torneo Apertura 2024. La crisis deportiva del conjunto tibaseño parece no tener fin, y la paciencia de los aficionados se agota rápidamente.
El club se enfrenta a una realidad en la que sus objetivos para el semestre están comprometidos y, si no encuentran la fórmula para revertir la situación, podrían enfrentarse a un final de año aún más complicado, con la posibilidad de que se produzcan cambios importantes tanto en la plantilla como en el banquillo.
La confesión de Ariel Rodríguez refleja la incertidumbre y el desencanto que se vive dentro del camerino morado, y deja entrever que, a pesar del esfuerzo, el equipo no ha logrado encontrar la fórmula para salir de la crisis que los aqueja en este 2024.