Bilbao (España), 7 mar (dpa) – El Real Madrid comprometió hoy su condición de líder de la Liga española de fútbol al caer por 1-0 en la cancha del Athletic de Bilbao.
Tras empatar 1-1 en el Santiago Bernabéu la pasada jornada frente al Villarreal, el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti confirmó su evidente crisis de juego y resultados al sumar su quinta derrota de la temporada ante el flamante finalista de la Copa del rey.
A tan sólo dos puntos de los blancos, el Barcelona podría colocarse mañana como nuevo líder del campeonato español, si se impone al Rayo Vallecano en el Camp Nou en su duelo por la vigésimo sexta fecha.
“La Liga se va a complicar, pero no voy a bajar los brazos porque esto no se ha terminado y vamos a luchar”, afirmó Ancelotti.
Víctima de una absoluta inoperancia ofensiva, pese a sus poderosos atacantes, su equipo fue incapaz de contrarrestar el golazo que firmó Aritz Aduriz en el minuto 25.
“Nos falta un poco de eficacia enfrente. No hay conexión, jugamos demasiado individual cuando necesitamos otras soluciones. Es bastante confuso lo que estamos haciendo ahora cuando atacamos”, admitió el técnico italiano del Real Madrid.
Los blancos, que suman 75 goles, marcaron sólo uno, y de penal, en las dos últimas jornadas en las que dejaron escapar cinco puntos.
“Es raro decir que el Madrid tiene problemas delante cuando hemos marcado tantos goles, pero creo que es la realidad”, reconoció Ancelotti.
“El juego de ataque es una cuestión de tiempo, en el pase y en el desmarque; es una combinación de ambas cosas, que ahora no está funcionando”, añadió.
La radiografía de Ancelotti no pudo ser más certera. En San Mamés, los dedos de una mano sobraron para contar los disparos con los que su equipo amenazó al Athletic. Ni siquiera uno en el primer acto. Tres, al sumo cuatro, en el segundo acto, cuando, ya con el marcador en contra, el Real Madrid intentó volcarse sobre el arco defendido por Gorka Iraizoz.
Todo fue en vano. Con el portugués Cristiano Ronaldo muy lejos de su mejor momento, los blancos no supieron cómo responder al reanimado equipo de Ernesto Valverde.
Impulsado por su clasificación para la final de la Copa del rey el pasado miércoles, el Athletic encaró el duelo sin temor, seguro de tener jugadores y fútbol para complicarle la vida al líder de la Liga.
Lo demostró desde inicio, bien replegado atrás y veloz a la contra, su principal arma ofensiva.
El gol, sin embargo, llegó en una fabulosa jugada de Aduriz, que se movió en el área para despistar a sus defensores y luego se reincorporó a la carrera para rematar con un precioso cabezazo el centro medido de Óscar De Marcos.
Corría el minuto 25 de partido e Iker Casillas nada pudo hacer para enmendar la burla de Aduriz a la defensa blanca.
El fabuloso tanto premió la mejor organización del Athletic y su mayor empuje frente a un Real Madrid que, partido en el medio campo, no encontró manera de conectar sus líneas.
Isco tuvo escaso protagonismo en el juego. El alemán Toni Kroos destruyó más juego rival que construyó el propio. Y Asier Illarramendi tampoco acabó de encontrar su lugar.
Con la medular descompuesta, la todopoderosa delantera que tantos partidos le ha solventado al Real Madrid tampoco encontró solución.
Cristiano Ronaldo, el francés Karim Benzema y el galés Gareth Bale cerraron su contador de ocasiones en el primer acto a cero. En el segundo, y tras autoarengarse durante la pausa, el balance apenas mejoró.
“No es un problema individual de los delanteros, sino de todo el equipo a la hora de atacar”, les disculpó Ancelotti, que tampoco detectó falta de actitud ni cansancio físico en sus jugadores.
Sin acierto y con las ideas muy poco claras, buscaron el tanto que nunca llegó. Isco fue el primero en probar al arquero del Athletic con un disparo no demasiado exigente. Benzema le oblidó después a salir con velocidad. Y Cristiano reclamó un penal, en una jugada en la que Gorka estuvo más rápido que el delantero portugués.
Cansada, pero con templanza, la defensa del Athletic ayudó al arquero vasco a desbaratar todos los intentos blancos cuando el Real Madrid imprimió una marcha más y acorraló a los dirigidos por Valverde en su área.
El Athletic, que el miércoles se había desfondado para superar al Espanyol en las semifinales de la Copa del rey, empezó a notar el cansancio y el Real Madrid, la desesperación.
Los técnicos movieron los banquillos en busca del refresco, pero, más allá de dos palos de Aduriz y de Bale, nada se movió.
No lo necesitaba el Athletic que, tras su clasificación para la final copera, aprovechó el efecto para conquistar tres nuevos puntos que le situaron en la octava posición.
El Real Madrid, mientras, confirmó que algo cambió tras su conquista del Mundial de clubes en diciembre y, con su quinta derrota de la temporada, concedió al Barcelona la oportunidad de relevarle en la cabeza de la Liga española.
“El equipo está cabizbajo, pero todo puede cambiar de un momento a otro. Los equipos tiene altibajos y nosotros estamos en uno de ellos, pero dependemos de nosotros para cambiar esta situación. Somos los mismos de la Supercopa (de Europa) y el ‘Mundialito'”, concluyó, no obstante, Isco.