El 20 de octubre de 2024, en el Estadio Ebal Rodríguez de Guápiles, se jugó un partido que, en ese momento, parecía ser solo otro encuentro de la fase regular. Santos de Guápiles recibió a Guanacasteca y, contra todos los pronósticos, el equipo caribeño goleó 4-0 a un conjunto pampero que venía peleando por la clasificación.
Lo que nadie imaginaba era que ese resultado terminaría siendo determinante en la lucha por los puestos de semifinalesy, al final, beneficiaría a Herediano, equipo que no solo aprovechó la eliminación de Guanacasteca, sino que terminó ganando el campeonato.
La información fue revelada en un detallado análisis de La Nación, donde se explica cómo esta derrota terminó definiendo la fase final del Torneo de Apertura 2024.
El contexto previo al partido
Hasta antes de ese encuentro, Guanacasteca estaba en zona de clasificación y peleaba de tú a tú con Herediano y Cartaginés por un cupo en semifinales. Mientras tanto, Santos llegaba con una crisis profunda, sin conocer la victoria en todo el torneo y hundido en la parte baja de la tabla.
El favoritismo era claro: todo apuntaba a que Guanacasteca sumaría puntos y consolidaría su puesto entre los cuatro mejores. Pero el desenlace fue inesperado.
La goleada y el golpe a Guanacasteca
Santos aprovechó el mal momento de los pamperos y logró una contundente victoria por 4-0. Este resultado, combinado con otros encuentros disputados en la recta final del torneo, terminó afectando seriamente a Guanacasteca.
A pesar de que quedaban seis partidos más por jugarse, la derrota ante Santos le costó caro a ADG, ya que al finalizar la fase regular, el equipo quedó empatado con Herediano en 35 puntos, pero fuera de semifinales por la diferencia de goles.
Sin embargo, había otro factor que complicaba más el panorama para Guanacasteca: el famoso “asterisco” que arrastraban desde el inicio del torneo.
El asterisco que condenó a Guanacasteca
Cuando comenzaba el Apertura 2024, el Comité de Competición no programó el partido entre Guanacasteca y San Carlos del 19 de julio, ya que la ADG no había cumplido con ciertos requisitos administrativos ante el Comité de Licencias de la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF).
Esto llevó a que:
- Guanacasteca perdiera automáticamente esos tres puntos.
- Tuviera un “asterisco” en la tabla, lo que significaba que, en caso de empate en puntos con cualquier equipo, siempre se ubicaría en una posición inferior, sin importar la diferencia de goles.
Es decir, aunque Guanacasteca hubiera igualado en puntos con Herediano y lo superara en diferencia de goles, el asterisco los dejaba fuera automáticamente.
Si ADG empataba, todo habría sido diferente
El análisis de La Nación señala que, si Guanacasteca hubiera sacado al menos un empate ante Santos, habría cerrado el torneo con 36 puntos y habría clasificado directamente a semifinales en el cuarto lugar.
Pero como esto no ocurrió, Herediano terminó cuarto, avanzó de fase, eliminó a Alajuelense en semifinales, venció a Saprissa en la final de la segunda ronda y terminó ganando el campeonato.
El efecto dominó en el campeonato
La derrota ante Santos no solo significó la eliminación de Guanacasteca, sino que cambió completamente el destino del torneo.
- Herediano, que parecía quedar fuera, entró a semifinales.
- Eliminó a Alajuelense en la siguiente ronda.
- Venció a Saprissa en la final de segunda ronda.
- Se coronó campeón en la gran final.
Lo que parecía un partido sin mayor trascendencia en octubre, terminó siendo el punto de quiebre que modificó toda la estructura del torneo en la clasificación.
Guanacasteca quedó eliminado por un partido, un resultado y un asterisco, mientras Herediano aprovechó la oportunidad para meterse en semifinales.
Un recordatorio de que, en el fútbol, cada partido cuenta, incluso los que parecen inofensivos en la fase regular.