Por Alberto Cagliano (dpa)
Roma, 28 feb (dpa) – El Parma se siente abandonado por las autoridades del fútbol italiano en su descenso a los infiernos, después de suspender sus últimos dos partidos por ser incapaz de pagar sus facturas.
La Federación Italiana (FIGC) permitió que el club pospusiera su partido de mañana ante el Genoa en la Liga italiana, que se une al que tuvo que aplazar la pasada semana ante el Udinese al no tener dinero ni siquiera para abrir su estadio.
“Hemos pedido en vano que nos ayudaran las instituciones (futbolísticas)”, dijo hoy el capitán del equipo, Alessandro Lucarelli.
“Nadie nos llamó, excepto la asociación de futbolistas y la de entrenadores. Ningún dirigente de la federación se tomó el tiempo para venir y ver lo que está pasando aquí. Esta es la razón por la que no jugamos. Al final, habíamos incluso encontrado un patrocinador para el partido en Génova”, añadió.
Ni los jugadores ni el personal del Parma reciben sus salarios desde noviembre, mientras que el club cambió dos veces de propietario desde diciembre.
Giampietro Manenti adquirió la entidad por una suma desconocida a principios de febrero, pero no cumplió con su promesa de cubrir los atrasos. El italiano asumió en reemplazo del empresario albano Rezart Taci, en el segundo cambio de mando desde que comenzó la temporada.
El club consiguió suspender una demanda por cuentas impagas, pero la agencia recaudadora de impuestos le incautó recientemente un auto y tres camiones de los terrenos del Parma para pagar a los acreedores.
Mientras tanto, una reunión entre Manenti y el alcalde de la ciudad, Federico Pizzarotti, arrojó sombras el viernes sobre la solvencia del nuevo dueño.
“Manenti no es digno de confianza”, dijo el alcalde. “Si este es el presidente del Parma, ni siquiera dejaremos al equipo jugar en el estadio (Ennio Tardini, propiedad de la ciudad)”.
Pizzarotti aseguró que habló con la Lega Serie A, la asociación de fútbolistas y la federación para que intervinieran. Al mismo tiempo, publicaron medios locales, el alcalde intentó atraer a otros inversores para que se hicieran cargo del club.
Con el descenso casi asegurado, ya que el equipo es último a 10 puntos de la salvación, el Parma podría ser también expulsado antes del final de la temporada y relegado a la Lega Pro, la tercera categoría del fútbol profesional italiano.
El entrenador del Parma, Roberto Donadoni, que fue seleccionador italiano entre 2006 y 2008, se quejó de que nadie asumiera responsabilidad por lo que está sucediendo al club.
“Es el momento de intervenir de forma drástica desde arriba”, pidió el técnico. “Debemos evitar que vuelvan a producirse casos así”.
