Johan Venegas recibió un baño de humildad. Así lo reconoció él mismo tras su paso por la Asociación Deportiva Guanacasteca, y su mensaje, sin proponérselo directamente, debería resonar en los pasillos de Liga Deportiva Alajuelense, club donde tuvo años de éxitos y donde, como él mismo lo describió, “te dan todas las condiciones para trabajar”.
Este miércoles, el delantero fue presentado como nuevo refuerzo del Cartaginés. En su comparecencia, habló de su presente, de sus ganas de aportar al equipo brumoso, pero también de su pasado inmediato, un período de contrastes, donde pasó de ser figura a quedar relegado, y donde la realidad de un equipo en crisis como la ADG lo enfrentó consigo mismo.
“Salí de un club que te da todas las condiciones para trabajar, tienes todo a la mano y pierdes el valor de algunas cosas porque siempre están ahí. Es cuando uno se da cuenta de lo afortunado que era, de la bendición de lo que tenías”, expresó el Cachetón.
Y continuó con una frase que retrata su evolución:
“Eso me hizo poner los pies sobre la tierra, valorar las cosas desde lo más mínimo hasta lo más grande, fue un aprendizaje que Dios me dio. Fue un golpe a la humildad, al ego también”.
Sus palabras podrían ser tomadas como una advertencia sincera para quienes hoy están en Alajuelense, una institución que, como han dicho figuras como Marcelo Sarvas, Celso Borges, Bryan Ruiz y Joel Campbell, ofrece condiciones que rivalizan con clubes de la MLS: infraestructura de primer nivel, un Centro de Alto Rendimiento de clase mundial y un entorno profesional que pocos en Centroamérica pueden igualar.
Sin embargo, dentro del camerino, no todos parecen darle valor a esos privilegios. Por eso, el testimonio de Venegas se convierte en algo más que una reflexión personal: es un espejo que muchos deberían mirar.
El ahora jugador brumoso reconoció que su paso por Guanacasteca fue un cambio de perspectiva:
“El fútbol es una burbuja. Llega un momento donde se vive de privilegios y se pierde la noción de lo que realmente vale”.
Venegas también enfrentó una pregunta incómoda sobre su relación con la ADG, donde fue goleador pero también tuvo roces con el cuerpo técnico y terminó relegado. Aunque respondió con respeto, dejó ver que las heridas aún están frescas, pero que forman parte de un proceso de crecimiento.
“Hoy tengo la mentalidad de ser totalmente diferente”, aseguró, en referencia a su llegada a Cartaginés con un enfoque más maduro y colaborativo.
Su mensaje es claro. El fútbol da, pero también enseña. Y a veces, para valorar lo que se tiene, hay que perderlo primero. Quizá por eso, las palabras de Venegas deben llegar a quienes hoy, dentro de Alajuelense, tienen todo a su disposición… pero tal vez no lo saben apreciar.