Nicolás Delgadillo empieza a dejar su huella en el Deportivo Saprissa. El argentino, quien llegó al club con altas expectativas, ha ido sumando minutos de juego y contra Sporting protagonizó su partido más destacado con la camiseta morada.
El duelo ante los albinegros representó su segundo juego con más tiempo en cancha: disputó 73 minutos tras ingresar de cambio al minuto 17 por la lesión de Deyver Vega. Solo en el partido ante Puntarenas, jugado en el Estadio Fello Meza, completó los 90 minutos. A partir de ese momento, su protagonismo ha ido creciendo.
Delgadillo se mostró participativo, combativo y peligroso. Se exigió en cada balón, provocó faltas, generó opciones y estuvo cerca de anotar al minuto 72, aunque falló en la definición.
“Le pegué suave, justo Ariel (Rodríguez) fue y pensé que le quedaba a él. Me quedó ahí, quise colocar el balón y me picó mal… pero ya va a llegar el gol. Todo va a llegar”, comentó con tranquilidad el atacante, luego del partido.
En total, Delgadillo suma 332 minutos en ocho juegos con Saprissa, de los cuales 121 han sido bajo la dirección de Paulo César Wanchope, actual timonel del club. Antes, bajo el mando de José Giacone, había visto acción en compromisos ante Alajuelense, Puntarenas, Santa Ana y el propio Sporting.
El extremo argentino se perdió las primeras cinco fechas del torneo por un retraso en la tramitación de su permiso de trabajo. Esa pausa inicial frenó su adaptación, pero desde entonces ha trabajado en silencio para ganarse un lugar.
“Estoy tranquilo. Sé que estoy en un club muy exigente, un equipo que siempre busca títulos. No cualquiera juega en Saprissa. Hay que trabajar duro y poco a poco todo se irá dando”, expresó con madurez.
A nivel táctico, el jugador se siente cada vez más cómodo. Destacó que el cuerpo técnico le ha pedido constancia en el despliegue, compromiso en marca y buen manejo ofensivo, cualidades que ha venido afinando.
Sobre el partido ante Sporting, disputado en el Estadio Ernesto Rohrmoser, no ocultó que fue un reto jugar en una cancha sintética complicada: “Era un campo pequeño, difícil para ganar la segunda pelota, pero por dicha sacamos los tres puntos. Me tocó entrar por una desgracia, por la lesión de un compañero, pero traté de aportar lo mejor”, aseguró.
La evolución de Nicolás Delgadillo es progresiva, pero evidente. En un Saprissa golpeado por las lesiones —con bajas importantes como Marvin Loría, David Guzmán, Gino Vivi y Jefferson Brenes—, su rendimiento comienza a abrirle una oportunidad. No solo suma minutos, también gana confianza.
Y mientras sigue trabajando para alcanzar su mejor versión, lanza un mensaje que suena a promesa para la afición: “Todo va a llegar”.