Alajuela. La Selección Nacional de Costa Rica da pena.
De momento, la posibilidad de clasificar al Mundial de Catar 2022 se ve lejana. Vamos a hacer nuestra la frase del señor presidente de la Fedefútbol, Rodolfo Villalobos, cuando se le consultó hace tres meses la posibilidad de ver una salida suya de la cabeza dirigencial: esperemos sentados.
En este momento Costa Rica solo tiene dos puntos de nueve disputados y tocará la difícil tarea de salir a buscar puntos de visitantes.
La Sele no encuentra el rumbo. Muestra chispazos de buenas intenciones de fútbol pero no empareja. Se tienen 10-15 minutos de buen juego pero luego todo se derrumba, llegar al área rival se dificulta y en la zaga se sigue siendo vulnerable.
Hay poco que hablar de lo que pasó en el campo, en tres minutos de juego nos pusimos al frente con un gol de Jimmy Marín. Y que nos empataron en los primeros momentos de la segunda parte. Es todo.
Después de ahí la película no pasó de intentos con poco sentido y con poco peligro.
Lo mismo pasó ante México el domingo anterior y ni qué decir en Panamá donde no se logró un solo remate al marco.
Es cierto que el camino apenas inicia, sin embargo las cosas se complican porque nuestras próximas citas son en la difícil San Pedro Sula, Honduras; y en Estados Unidos.
Evaluando la situación actual, la radiografía del momento, debemos esperar sentados una posibilidad de ir a Catar 2022.