Desde la concentración de la Selección Nacional, el defensa Juan Pablo Vargas no tuvo reparos en señalar cuál ha sido el gran pecado de Costa Rica en esta eliminatoria mundialista: la falta de victorias. Y fue más allá. En su análisis, dejó claro que ese escenario debe cambiar radicalmente a partir de este lunes, cuando enfrenten a Nicaragua en el Estadio Nacional.
“No es como en otras ocasiones, donde todos queremos ganar y uno dice: si no ganamos, por lo menos empatemos, pero ahora no se puede, en ninguno de los tres que quedan”, expresó el zaguero, visiblemente consciente del momento decisivo que vive la Tricolor.
Solo sirve ganar
Costa Rica suma tres empates en igual cantidad de partidos en esta fase final de la eliminatoria rumbo al Mundial 2026. La consigna es clara: no hay más espacio para errores.
“Si lo vemos hacia atrás, por supuesto que no es el escenario deseado. Siempre nos propusimos ganar todos los partidos; eso cualquier equipo lo va a hacer y no estoy descubriendo nada nuevo. Me gusta ver más hacia adelante que en lo que pasó y no se puede cambiar. Ahora es de este lunes en adelante y necesitamos el triunfo sí o sí”, manifestó Vargas.
La Selección está urgida de sumar de tres, y lo sabe. El defensor reconoció que el empate en Managua fue un golpe, y que ante Honduras se escapó una victoria que estuvo al alcance con una opción clara de Álvaro Zamora en el cierre.
“Esto es ganar, la disposición, las ganas… eso no dudo que a nadie le haga falta, porque nos jugamos el pase a un Mundial y nadie quiere dar menos. Ganar es lo único que nos queda y nos hace falta”.
El arma secreta: balón parado
Vargas fue tajante al referirse a uno de los recursos que más se ha trabajado en la previa del duelo: la táctica fija. El defensor recordó que en Managua se logró anotar por esa vía y que es una de las debilidades defensivas del equipo nicaragüense.
“El balón parado es un recurso muy fuerte que nosotros podemos tener; anotamos así en Nicaragua, Haití les anotó en táctica fija y hay que aprovechar. Todo empieza con un buen cobro, con la tranquilidad de saber que cuando vamos al ataque, el balón va a ir a la zona donde se practica”.
Costa Rica tiene hombres altos, con buen juego aéreo, y el cuerpo técnico ha puesto especial énfasis en liberar espacios y ejecutar con precisión.
Sin margen de error en defensa
Vargas también se refirió a las descoordinaciones defensivas que han expuesto al equipo, sobre todo ante Haití, cuando se dejaron muchos espacios a la espalda de los laterales.
“Si uno deja espacios, provoca que jugadores rápidos, que son buenos a campo abierto, saquen ventaja. Ahí es donde nosotros, en la línea defensiva, tenemos que ser muy seguros y estar comunicándonos para estar siempre bien parados”.
El zaguero dejó claro que la línea defensiva deberá mantener orden y concentración total para evitar quedar en inferioridad numérica, como ocurrió en partidos anteriores.
Polifuncionales y comprometidos
Finalmente, habló sobre la flexibilidad que tienen los centrales para adaptarse a diferentes posiciones, algo que será clave en la ausencia de hombres como Alexis Gamboa y Orlando Galo, por suspensión.
“Uno se acostumbra a manejar las dos posiciones. Tal vez uno se puede sentir más cómodo en alguna, pero las dos se pueden cumplir bien. En Nicaragua éramos tres centrales izquierdos y ahí sí tocó repartir quién se sentía mejor para ir por la derecha. Uno debe acostumbrarse a manejar las posiciones donde lo requieran”.
Costa Rica reveló su enfoque: ganar, afinar la pelota parada y minimizar errores defensivos. El duelo contra Nicaragua, este lunes a las 8:00 p. m., será más que un partido: marcará el inicio del todo o nada en la carrera por el boleto al Mundial 2026.