Alajuelense podrá disputar la primera jornada del Torneo de Clausura 2025 en su casa, el estadio Alejandro Morera Soto, gracias a una estrategia legal que logró revertir el castigo de veto que pesaba sobre el club. Lo que parecía un inicio condicionado por una sanción de cuatro partidos sin público, terminó en una resolución favorable que permitirá a los rojinegros jugar en casa desde la fecha uno, aunque con reducción de aforo.
Una gestión legal precisa
El cambio en el Reglamento Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) y la Unafut abrió una ventana legal que la dirigencia rojinegra aprovechó de inmediato. El directivo León Weinstok, junto con el departamento legal del club, presentó un Recurso de Revisión en el que se solicitó la sustitución de la sanción impuesta por una medida acorde a la nueva normativa.
La clave de esta gestión fue el uso del principio de “lex mitior”, reconocido por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), la Sala Constitucional costarricense y el Código Disciplinario de la FIFA. Este principio establece que si una nueva norma resulta más benigna que la anterior, puede aplicarse retroactivamente en beneficio del sancionado.
El artículo 71 del reglamento disciplinario de la FIFA y los artículos 127 y 128 del código nacional permiten revisar decisiones firmes si hay nuevos elementos que podrían haber cambiado el resultado. En este caso, el nuevo reglamento fue ese elemento clave: ya no se aplican vetos de estadio, sino reducciones de aforo.
¿Cómo se aplicará la sanción?
Gracias al cambio de castigo, Alajuelense enfrentará a Guadalupe, Herediano y Cartaginés con una reducción del 50% del aforo, y a Liberia con una reducción del 20%, lo que permite al club mantener la localía y recibir a su afición en un inicio de torneo crucial.
Este giro también sienta un precedente para futuros casos, al reconocer que las nuevas normas deben aplicarse cuando son más favorables para los clubes, incluso si las sanciones se impusieron bajo el reglamento anterior.
Gol fuera de la cancha
La dirigencia rojinegra mostró rapidez, conocimiento y eficacia para defender sus intereses. En vez de resignarse a la sanción inicial, encontró en la misma normativa una vía legítima para recuperar su estadio, apoyándose en fundamentos jurídicos internacionales y en el debido proceso.
Con este movimiento, Alajuelense asegura su fortaleza en el Morera Soto desde la jornada uno, y deja atrás un castigo que parecía inminente.
La Liga ganó su primer partido del torneo fuera del campo. Y lo hizo con reglamento en mano.