El fútbol es un deporte de detalles, de momentos que pueden definir la carrera de un jugador para bien o para mal. En la actualidad, Ian Lawrence, lateral izquierdo de Alajuelense, se encuentra en el ojo del huracán. La afición manuda no es conocida precisamente por su paciencia, y las críticas hacia Lawrence no han cesado en los últimos meses. Su desempeño en la cancha ha dejado mucho que desear, tanto en defensa como en ataque, y los seguidores lo saben.
No es la primera vez que un jugador alajuelense enfrenta la presión de la grada. Ian Smith, un lateral derecho que vistió la camiseta rojinegra entre 2020 y 2023, fue víctima de esa misma exigencia. Smith, a pesar de su potencial, nunca logró ganarse completamente a la afición. Su salida hacia Sporting FC fue casi desapercibida, un desenlace que debería servir de advertencia para Lawrence.
La lección es clara: la afición no pide imposibles. No se trata de que Lawrence corra kilómetros en la cancha solo por cumplir; si ese fuera el objetivo, el atletismo sería su deporte. Lo que se exige son resultados concretos: un buen centro, una marcación efectiva, y una asistencia que termine en gol. El ejemplo más reciente es Creychel Pérez, quien, al sustituir a Lawrence en el clásico, demostró en una sola jugada lo que la grada espera. Pérez alcanzó la línea de fondo y colocó un pase preciso en los pies de Canhoto, quien no dudó en marcar. Esa acción encapsula lo que la afición quiere ver.
Lawrence debe recordar lo que le sucedió a Ian Smith, para evitar un destino similar. La historia no perdona, y en Alajuelense, el olvido es el castigo para quienes no logran estar a la altura. El joven lateral tiene el talento, pero necesita enfocar su energía en perfeccionar esos detalles que pueden hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso. Si no lo hace, corre el riesgo de marcharse del club sin pena ni gloria, como su predecesor en la banda derecha.
El tiempo aún está de su lado, pero no por mucho. Lawrence debe escuchar a la afición, poner las barbas en remojo, y tomar las riendas de su futuro. El momento de aprender es ahora.