El Deportivo Saprissa cerró la temporada 2024-2025 con un golpe que caló hondo: perdió la final del Clausura ante Alajuelense y firmó un año sin títulos en ninguna de sus categorías. El “nadaplete” incluyó la desaparición del equipo femenino —del cual no se tienen noticias desde su desmantelamiento— y un pobre desempeño en ligas menores, donde solo la categoría U-12 logró campeonizar. Sin embargo, el verdadero partido crucial se juega lejos del campo: en las entrañas de La Cueva, donde se define el futuro financiero y administrativo del club.
Desde hace meses, Horizonte Morado —la mesa que agrupa a los socios mayoritarios— sostiene reuniones periódicaspara revisar el flujo de caja, priorizar compromisos económicos y buscar una hoja de ruta clara hacia la sostenibilidad. El propio Saprissa reconoció un “descalce en el flujo” que ha afectado pagos a la Caja Costarricense del Seguro Social y al Ministerio de Hacienda. La tensión es evidente: los recursos son limitados, las obligaciones apremian y la incertidumbre alcanza a todas las áreas del club, incluso al plantel.
Paralelamente, se discute otro asunto clave: la reconfiguración del paquete accionario. Promérica, Televisora de Costa Rica y el presidente Juan Carlos Rojas, principales actores de Horizonte Morado, analizan alternativas que van desde una venta interna hasta la llegada de un grupo inversor extranjero que podría asumir el control mayoritario. Esta posibilidad está sobre la mesa.
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Pero hay un obstáculo importante: la deuda. Según fuentes, ronda los $20 millones, lo cual complica cualquier transacción. Algunos sectores están dispuestos a comprar acciones siempre que se renegocie la deuda, con condonaciones parciales y reducción de intereses. Sin embargo, no hay acuerdo. Otra alternativa es la salida de Promérica y Juan Carlos Rojas, cediendo paso a un nuevo actor, mientras Teletica mantendría su rol como socio minoritario.
Mientras este rompecabezas sigue sin resolverse, las decisiones clave siguen en pausa: ¿Debe continuar Gustavo Chinchilla como gerente general? ¿Seguirá Sergio Gila como gerente deportivo? ¿Habrá rescisiones para Sabin Merino o Delgadillo? ¿Quién liderará el próximo proyecto deportivo?
El tiempo corre. Saprissa necesita liquidez para fichajes, reforzar su planilla, cumplir compromisos internacionales—como el pago por el caso Jimmy Marín antes del 15 de junio— y preparar la próxima temporada, donde competirá en la Copa Centroamericana.
La afición exige respuestas. Pide cambios, refuerzos, salidas. Pero todo depende de una sola definición: quién tomará el control del club y tendrá la capacidad real de invertir.
Saprissa necesita más que fichajes. Necesita liderazgo. Y esa decisión se toma ahora, en el corazón de La Cueva.
PD: Juan Carlos Rojas puede seguir como presidente incluso si los extranjeros interesados compran la mayoría de las acciones.