La propuesta es de la compañía “La cuna del swing” de Ligia Torijano, y se presentará para este jueves 22 de octubre, es para todo público a las 12 mediodía, con un costo de ¢ 1.000.
Ligia Torijano, directora de la agrupación, comentó que este “es un espectáculo que nos enseña, de una forma creativa, el tema del swing criollo, patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica”.
¿Qué es el swing criollo, por qué era prohibido bailarlo en algunos salones, quiénes lo bailaban y cómo llega a ser declarado patrimonio cultural inmaterial de nuestro país?, son algunas de las preguntas que responde la compañía con el recorrido por las trayectorias de este baile típico costarricense.
Al son del swing y el bolero criollo, 16 bailarines van mostrando tanto la pasión y los obstáculos vividos por los adeptos de este tipo de pasos y música: “en una época eran sacados de salones de baile como el legendario Tobogán, porque quienes lo practicaban era prostitutas, obreros y peones”, recuerda Torijano.
No fue sino algunos años después cuando empezaron a surgir lugares como El Cañaveral en Desamparados y Karymar en Guadalupe, que las personas podían expresar a sus anchas su amor por el swing criollo.
A inicios de la década de los 90, Torijano inició una labor de reposicionamiento y revalorización del baile, con lo cual fue adquiriendo una connotación diferente en los medios de comunicación y una resonancia social y cultural que lo reivindicó.
También fue fundamental para visibilizar el swing y su valor como manifestación cultural y artística el documental “Prohibido bailar swing”, de la cineasta costarricense Gaby Hernández.
En 2003, Torijano fue llamada por la Compañía Nacional de Danza del Ministerio de Cultura y Juventud para crear el espectáculo “Nadie me quita lo bailao”.
Finalmente, impulsado por Torijano en el 2012 se firmó el decreto que lo declaró patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica.
