Mercado de Orotina ganó certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio 2018”

»  Hasta ¢150 millones de colones serán destinados a la restauración del inmueble

San José 20 de abril de 2018Un monto de hasta ¢150 millones de colones para la restauración del antiguo edificio que fue inaugurado en 1915, así como ¢15 millones de colones para su autor, es el premio que el arquitecto Rafael Rodolfo Mejías Cubero obtuvo en el certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico”, edición 2018, programa del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC) del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).

El proyecto de Mejías, “Conservación y restauración del Mercado Municipal de Orotina y regeneración de su contexto urbano”, fue escogido entre diez propuestas de restauración que incluían edificios con declaratoria de Patrimonio Histórico-Arquitectónico de casi todas las provincias.

Mejías manifestó lo siguiente, al enterarse de que fue el ganador del concurso: “Esto significa una parte muy importante de un proceso que inició hace más de 30 años, cuando yo era estudiante de arquitectura. Tengo una relación muy cercana con el mercado de Orotina, pues soy originario de este lugar; es algo que va más allá que la parte afectiva que uno pueda tener con la arquitectura. Por ejemplo, mi abuelo fue verdulero en ese mercado; mi papá trabajó en las inmediaciones del mercado y siempre estuvo ligado a nuestra comunidad y han sido muchas las generaciones que han pasado por ahí, desde que en 1915 se construyó el mercado que ha sido parte esencial de la idiosincrasia de la comunidad. Durante muchos años estuvo en abandono y en este momento intervenirlo es crucial porque su deterioro es muy avanzado y afortunadamente esto coincide con otra serie de intervenciones que se están dando a nivel urbano, lo cual, representa un gran aporte a la ciudad, a la arquitectura y al patrimonio en general”.

El inmueble fue declarado Patrimonio Histórico-Arquitectónico mediante Decreto Nº30367-C, en 2002, en razón de que “constituye un ejemplo de arquitectura en madera construido a principios del siglo XX, que posee un lenguaje de influencia anglocaribeña; la estructura de este inmueble constituye una adaptación en madera de estructuras similares en metal que fueron importadas de Europa en esa época; el Mercado Municipal de Orotina se ha constituido en un hito y nodo referencial de primer orden en la trama urbana que lo contiene y en la memoria colectiva de la comunidad; (la edificación) actúa como espacio vivencial cotidiano, generador de vínculos de colectividad y pertenencia de la comunidad”.

 

La elección del inmueble ganador se realiza con base en los siguientes ocho consideraciones del jurado:

 

  1. El valor de la propuesta toma en cuenta la importancia histórica, arquitectónica, ambiental, tecnológica y de conjunto.
  2. El estado de conservación del inmueble justifica una intervención física que posibilite su conservación futura y que desde el punto de vista técnico es viable.
  3. La intervención para la conservación del inmueble se ajusta al presupuesto indicado en el certamen y plantea una sólida contrapartida del propietario al entorno.
  4. El uso del inmueble que se plantea en la propuesta no altera su conservación y es congruente con las características propias de la edificación.
  5. El impacto que tendrá la intervención en el contexto en que se ubica el inmueble tendrá un efecto positivo en el entorno urbano, económico y social.
  6. Es parte de un conjunto arquitectónico, patrimonial y urbano, que puede impulsar con su ejemplo el desarrollo del centro urbano, convirtiéndose en referente de integración institucional a la trama urbana.
  7. Brinda la continuidad de la actividad comercial relacionada al patrimonio cultural inmaterial.
  8. La propuesta restaura la concepción original de una tipología constructiva comercial apropiada para las condiciones climáticas del sitio.

 

El jurado del certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico”, edición 2018, estuvo conformado por Oscar Flores Villalobos, ingeniero civil, representante del despacho del Ministerio de Cultura y Juventud; William Monge Quesada, arquitecto director del CICPC; Ileana Granados Poveda, arquitecta representante del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica; Federico Arteaga, planificador urbano y Marlene Ilama Mora, arquitecta independiente.

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